Domingo, 11 de septiembre de 2016 | Hoy
19:04 › OPINION
Por Alfredo Zaiat
El Fondo de Garantía de Sustentabilidad del sistema de jubilaciones entregó unos 6000 millones de pesos a la provincia de Buenos Aires hace diez días. Ese préstamo forma parte de un paquete global de 24.771 millones de pesos a las provincias que saldrá de esa caja en este año. Esa suma es sólo por la ventanilla abierta en el pacto entre la Nación y las provincias por la devolución en cuotas del 15 por ciento de la masa coparticipable que iba a financiar las jubilaciones. Pero esos montos millonarios no son los únicos que el FGS de la Anses esta destinando a auxiliar las finanzas provinciales. También está suscribiendo casi todos los meses papeles de deuda de corto plazo de provincias. Hasta agosto de este año había acumulado 5981 millones de pesos de esos documentos. La caja de respaldo del sistema previsional público y de reparto se ha convertido de ese modo en un canal alternativo de salvataje de las cuentas provinciales con un total de más de 30 mil millones de pesos hasta el momento. El propio descalabro fiscal que la Nación está financiando con un vertiginoso endeudamiento externo e interno, en dólares y en pesos, tiene su correlato así en las provincias. Varias de ellas también salieron al mercado internacional para conseguir fondos, reuniendo casi 6000 millones de dólares hasta ahora. Pero esa inmensa masa de dinero no es suficiente para cubrir los crecientes desequilibrios de las cuentas públicas. Desequilibrios que no están originados en inversiones en infraestructura o para la producción, sino para hacer frente a gastos corrientes, como salarios. Cualquiera sabe cuál es el desenlace de ese recorrido La innovación del gobierno de Macri es que se ha abalanzado sobre fondos de respaldo de las jubilaciones para ayudar a cubrir esos baches fiscales.
En la última reunión semanal informada del comité ejecutivo para evaluar la estrategia de inversión del FGS, del 14 de junio pasado realizada en el Ministerio de Finanzas, donde participaron el director ejecutivo de la Anses, Emilio Basavilbaso, el secretario de Finanzas, Luis Caputo, el secretario de Hacienda, Gustavo Marconato, se detallaron las suscripciones de deuda más recientes:
- Letras de la Ciudad de Buenos Aires por 500 millones de pesos.
- Letras de Entre Ríos por 40 millones de pesos.
- Letras de Santa Fe por 60 millones de pesos.
- Letras del Tesoro en dólares por 526 millones.
- Lebac del Banco Central por un total de 5500 millones de pesos, a diferentes plazos, de 35 a 252 días.
Estas son las últimas operaciones reportadas oficialmente, tendencia que ha continuado en los meses siguiente. A lo largo del primer semestre el FGS ha estado muy activo como financista de las cuentas públicas nacionales y provinciales. El anterior gobierno también utilizaba el FGS como rueda de auxilio de las finanzas nacionales, pero no del Banco Central ni de las provincias. Ahora el FGS ha suscripto Lebac (BCRA), Letras de la Ciudad de Buenos Aires, de Entre Ríos, Mendoza, Santa Fe, Chubut, Neuquén, Buenos Aires, entre otras, además de Letras del Tesoro Nacional. De este último tipo de deuda acumulaba 57.084 millones de pesos a fines de julio, mientras que de los papeles que emite el Banco Central para calmar a las bestias dolarizadoras de la city (Lebac) sumaba 13.802 millones de pesos. El financiamiento con recursos del FGS a provincias, CABA, municipalidades y Banco Central totalizaba 19.783 millones de pesos al séptimo mes del año.
El subdirector ejecutivo de operaciones del FGS, Luis María Blaquier (Grupo Ledesma, ex director del Grupo Clarín y ex ejecutivo de Goldman Sachs), informó en esa reunión las características de cada colocación. Además detalló la modificación del artículo 20 del Anexo II del Acta 1° del 5 de febrero de 2009, que estableció los criterios para elegir qué títulos de deuda incorporar a la cartera de inversión del FGS. Para facilitar ese financiamiento generoso fue propuesto y aprobado la flexibilización de los criterios de aceptación de papeles de deuda por parte del FGS: en caso de que un instrumento de deuda reciba varias calificaciones de riesgo con notas diferentes, “será tenida en cuenta la menor de ellas”.
Préstamos
El FGS fue constituido para garantizar el pago de las jubilaciones ante eventualidades negativas que lo pongan en riesgo. Es un fondo contracíclico de la Anses para cuidar el dinero de trabajadores y jubilados. Uno de sus principales objetivos es la preservación de los activos y para ello debe buscar una rentabilidad que permita su sustentabilidad a futuro. La descapitalización de esa caja de respaldo o la liquidación de activos (un stock) para colaborar en el pago de retroactivos en haberes medios y altos (un flujo) como se aprobó en el Congreso violenta ese objetivo central del FGS
La venta de acciones y bonos por ahora fue frenada por una cautelar en la justicia. A la vez la pretensión oficial de que el FGS otorgue créditos a las provincias a tasas reales negativas fue frenada por las resistencias que provocó, y más aún por el temor de los funcionarios de Hacienda y Anses de ser denunciado por el mal manejo de recursos públicos del sistema previsional. Después de negociaciones con el Ministerio del Interior y Hacienda, se definió que los préstamos del FGS a las provincias devengarán una tasa equivalente a Badlar privada y amortizará íntegramente a su vencimiento (4 años desde el desembolso). El costo bruto del financiamiento es del 24 al 26 por ciento anual, pero el neto a las provincias será del 15 por ciento en éste y el próximo año, y del 12 por ciento en los dos años siguientes. La diferencia de tasa (subsidio) irá por cuenta del Tesoro Nacional.
Este financiamiento forma parte del pacto por la restitución del 15 por ciento de coparticipación correspondiente a las provincias que desde 1992 fue girado a la Anses. Un fallo de la Corte Suprema de Justicia en los últimos días del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ordenó la devolución total de esos recursos a Santa Fe, Córdoba y San Luis, provincias que habían iniciado el reclamo por vía judicial. Al resto, CFK había decretado la devolución total para preservar un criterio de equidad entre las provincias, mientras que el gobierno de Mauricio Macri primero anuló esa disposición para luego negociar un plan en cuotas complementado con préstamos del FGS–Anses.
El programa oficial consiste en el desembolso de tres puntos por año acumulables hasta el 2020 para completar ese 15 por ciento. Además el convenio prevé para este año créditos del FGS equivalente a 6 puntos de los 15 de la masa de recursos coparticipables que le hubiera correspondido a cada provincia (24.771 millones en total). En los años siguientes, los créditos serán equivalentes a 3 puntos del total. Para el período 2016-2020, el FGS habrá entregado entonces créditos a las provincias por un total de por lo menos 71 mil millones de pesos.
Mientras el FGS incorporó al menú de inversiones la tarea de bombero financiero de las castigadas cuentas fiscales debido a la recesión autoinfligida por el macrismo, el FGS no ha avanzado en el rubro inversión en infraestructura y sólo informa que está estudiando algunos proyectos. En la reunión del Consejo del FGS, el 5 de mayo pasado, Fernando Recalde, director de inversiones del fondo confirmó que no han destinado ni un peso en inversiones de infraestructura.
El FGS acumula activos (bonos, acciones, plazos fijos) equivalentes a 805.528 millones de pesos a julio, proyectando 933.700 millones a fin de este año. Los ingresos estimados suman 151.317 millones de pesos, de los cuales 62.469 millones corresponden al cobro de intereses. Es una caja de respaldo a las jubilaciones muy tentadora en términos políticos que el gobierno de Macri ha empezado a echar mano.
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