"Absolver a Ibarra de su responsabilidad política sería tanto como consagrar la impunidad e invitar a los gobernantes del futuro a obrar con absoluto desprecio de sus deberes mínimos. Nuestra sociedad no puede permitirse ese lujo", sostuvo Enríquez, el primero de los tres fiscales en pronunciarse a favor de la destitución. Por su parte, el socialista Devoto resaltó que "es muy importante la actitud que tome el presidente Tiene todo el derecho a elegir a los amigos que quiera. Pero como presidente de la Nación es necesario que no presione y respete la más absoluta independencia de los miembros de la Sala Juzgadora".

Para esta tarde está previsto el alegato de la defensa que encabeza el ex fiscal del juicio a las Juntas Militares Julio César Strassera, y la declaración del propio Ibarra, quien se defenderá de los 16 cargos planteados por la Sala Acusadora de la Legislatura.

Según Enriquez -ex funcionario radical y ahora legislador por el macrismo-, "no debe tomarse esta determinación con sentido trágico, sino constructivo. Creemos con profunda convicción que el mal desempeño está largamente probado. Tenemos la plena seguridad de que el pueblo de Buenos Aires sabe hoy bastante más que antes a qué extremos pueden llevar la incuria, la indolencia, la despreocupación por el destino común". "Venimos a solicitar que se cumpla con la Constitución y que el mal desempeño no sea legitimado. De lo contrario, muchos

Cromañón ensombrecerán nuestro futuro. Por eso pedimos formalmente la destitución del doctor Aníbal Ibarra como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires más la inhabilitación por diez años para el desempeño de todo cargo público, por el pueblo, por la sociedad, por las víctimas de Cromañón, por nuestros hijos y por las generaciones futuras", señaló.

El fiscal macrista, que dijo haber afrontado "todo tipo de presiones", advirtió que "cuando la Legislatura destituye es el pueblo el que destituye", y acusó a Ibarra de haber llevado adelante un "ineficaz e ineficiente poder de policía".

"Terminó concentrando todos los poderes de organismos de control en un puñado de familiares y amigos", prosiguió Enríquez, quien detalló que se concentraron "los poderes en un reducido número de personas vinculadas a él familiarmente, como su ex concuñado Juan Carlos López (ex secretario de Seguridad) o Fabiana Fizsbin (ex subsecretaria de Control Comunal), la mejor amiga de su hermana, Vilma Ibarra".

Según el ex funcionario radical, "no fallaron los inspectores individualmente, sino la planificación dispuesta por Ibarra", y añadió que "Cromañón no había sido inspeccionado en dos años porque el jefe de Gobierno no había tomado los recaudos necesarios para que todos los locales cumplieran con las normativas de seguridad". Por su parte, Devoto (legislador de la agrupación socialista Pueblo Libre) aseguró que Ibarra "es el principal responsable de la masacre de Cromañón", y comparó la tragedia del 30 de diciembre de 2004 con el incendio del boliche de Olivos Keyvis y el atentado contra la fábrica militar de Río Tercero.

"Cromañón no fue un accidente. A los chicos de Cromañón los mató la corrupción. Cromañón fue el resultado de la complicidad entre empresarios de la noche y los funcionarios", disparó Devoto, quien resaltó el papel del propietario de la disco, Omar Chabán: "Es un criminal, pero a él lo está juzgando la justicia".

Fuente: DYN