A causa de la protesta estaban cortadas diez cuadras de la Avenida Hipólito Yrigoyen (ex Pavón), en las inmediaciones de la estación Avellaneda. Los piqueteros duros recuerdan de esta forma la denominada "masacre de Avellaneda", ocurrida el 26 de junio de 2002, cuando en una movilización popular y luego de una cruenta represión policial fueron asesinados Maximilano Kosteki y Darío Santillán.

Por otra parte, unos 500 efectivos de la Policía Federal, de la Bonaerense y de Gendarmería custodiaban a los manifestantes y evitaban que llegasen al puente que conecta la Capital con esa populosa localidad del sur del Gran Buenos Aires.

Estaba previsto un acto con la palabra de Alberto Santillán, padre de Darío, y Marciel Bareiro, herido con bala de plomo en aquella ocasión, así como una manifestación al Hospital Fiorito, adonde ambos piqueteros fueron conducidos tras haber sido mortalmente heridos por las fuerzas policiales al mando del ex comisario Alfredo Fanchiotti.

Durante el acto se escucharon críticas a la llamada "Plaza del Sí", porque "el pueblo humilde, excluido y trabajador, sigue luchando por sus derechos, no tiene nada que festejar el 25 de Mayo". También se hicieron oír reclamos para que sean juzgados "los responsables políticos" del doble crimen (entre ellos el ex jefe de Gabinete, el hoy kirchnerista Alfredo Atanasof) cometido durante la presidencia de Eduardo Duhalde, el 26 de junio de 2002.

La convocatoria incluyó también la consigna "Contra la impunidad y la continuidad de un modelo económico que mantiene a millones en la exclusión". Los manifestantes tienen previsto, el 26 de junio próximo, cuando se cumplan cuatro años de la muerte de Kosteki y Santillán, realizar una exposición artística permanente y levantar un monumento social amurado en la estación Avellaneda y anunciaron que se procederá al "corte total" del Puente Pueyrredón.

Fuente: DyN y Télam