La interrupción en el tránsito de vehículos, que tendrá una duración de tres horas, se realiza en el acceso norte a la ciudad de Las Termas, en el punto limítrofe entre Santiago y Tucumán, distante a 70 kilómetros de la capital provincial.

La decisión surgió tras una reunión en la que los asambleístas coincidieron en señalar que "no existen respuestas concretas para frenar la contaminación del lago y evitar daños que con el correr del tiempo, pueden resultar irreversibles".

Con anterioridad, en la ruta nacional 9, se realizaron cortes que contaron con la adhesión de vecinos, religiosos, comerciantes, estudiantes y dirigentes sociales, para reclamar al gobierno de Tucumán "urgentes medidas" para frenar la contaminación.

Los manifestantes denunciaron que el lago se convirtió "en una cloaca a cielo abierto" y que la contaminación es provocada por "los desechos industriales que arrojan empresas tucumanas" a la cuenca de los ríos Salí (Tucumán) y Dulce (Santiago del Estero).

En el plano judicial, aún siguen irresueltas las denuncias presentadas por los Defensores del Pueblo de Santiago del Estero, Darío Alarcón y de Tucumán, Alberto García Mena, contra empresas tucumanas que arrojan residuos a la cuenca Salí-Dulce.

Tampoco se resolvió un recurso de amparo ante la Corte de Justicia de la Nación, para evitar que empresas tucumanas arrojen desechos industriales al curso de agua que es utilizado para beber por poblaciones ribereñas.

Los planteos judiciales se iniciaron hace una década, cuando la Fiscalía de Estado de Santiago del Estero denunció a 18 empresas azucareras por arrojar residuos a la cuenca de los ríos Salí-Dulce e incumplimiento del programa "producción limpia".

Distintos estudios determinaron que los desechos industriales y minerales estimulan la acumulación de algas y cuando entran en descomposición, absorben el oxígeno indispensable para la supervivencia de la fauna ictícola.