En el momento de la explosión, Aftab Sherpao ya había tomado la palabra ante las aproximadamente 400 personas que se habían reunido en la ciudad de Charsada, fronteriza con Afganistán y distante una treintena de kilómetros de la gran ciudad del noroeste paquistaní, Peshawar.

"El último balance del ataque suicida es de 24 fallecidos y alrededor de 45 heridos", indicó el jefe policial Sharif Virk, tras el fallecimiento de al menos dos de los heridos en el hospital.

El portavoz del ministerio del Interior, el general Javed Cheema, precisó que cinco policías que habían intentado detener al kamikaze se encontraban entre los fallecidos.

Los testigos relataron que vieron a un hombre corriendo hacia el estrado segundos antes de la explosión.

Las televisiones paquistaníes mostraron imágenes del ministro, que aunque visiblemente impactado por el suceso y con manchas de sangre en la ropa, abandonó el lugar a pie.

Según su departamento, fue atendido en un hospital de Charsada y después regresó a su residencia en Peshawar, de donde es originario este político, fiel aliado del presidente Pervez Musharraf y gran figura de la lucha antiterrorista en el país.

Musharraf, que se encontraba de visita en Bosnia, anunció que volverá a su país, sin precisar si anuló una reunión el domingo en Turquía con su homólogo afgano, Hamid Karzai, en momentos de tensión en la relación entre Islamabad y Kabul.

"Voy a regresar", se limitó a declarar el general Musharraf tras conocer la noticia del atentado en Charsada.

Esa provincia del noroeste de Pakistán, país aliado a Estados Unidos, cuenta con muchos campos de refugiados afganos. Las fuerzas paquistaníes intentan controlar allí la presencia de islamistas del antiguo régimen de los talibanes, que gobernó el país vecino entre 1996 y el 2001, y de la red Al Qaida.

Pakistán fue golpeado este año por media docena de ataques suicidas que dejaron unos 50 muertos, sobre todo en esa zona noroccidental.

Fuente: AFP