Sábado, 28 de abril de 2007 | Hoy
EL MUNDO › A OCHO DIAS DEL BALLOTTAGE SE TENSA LA CAMPAÑA
Por Marti Font *
Desde París
La polémica sobre la celebración del debate entre la candidata socialista al Elíseo Ségolène Royal y el derrotado centrista François Bayrou ha tensado el último tramo de la campaña electoral francesa. El debate tendrá finalmente lugar hoy, aunque será en una cadena de televisión de escasa audiencia y por la mañana. Royal y Bayrou insistieron durante todo el día en acusar al candidato de la derecha, Nicolas Sarkozy, de servirse de sus “connivencias con un poderoso sistema mediáticofinanciero” para presionar a los medios de comunicación e impedir que se transmitiera el debate.
Sarkozy, que parece muy incómodo ante la eventual pinza que podrían articular Royal y Bayrou contra sus aspiraciones a llegar a la presidencia de la República el próximo 6 de mayo, respondió primero con desprecio y más tarde con dureza. “Comprendo su amargura, su decepción por haber perdido; si se quiere renovar la vida política, hay que ser buen perdedor, aceptar el veredicto de las urnas”, dijo. Más tarde y más irritado, señaló: “Me chocan estas acusaciones injuriosas, estoy herido; hay que respetar a los periodistas: nadie está bajo control y nadie presiona. Si renovar la vida política es hacer procesos de Moscú (en referencia a los juicios estalinistas) como a lo que estamos asistiendo, francamente no me parece lo mejor.” Lo sucedido desde que Bayrou, el miércoles pasado, anunciara que no iba a dar ninguna consigna a quienes le votaron en la primera vuelta –aunque mostrara más simpatías por Royal que por Sarkozy– es todo un culebrón político. El candidato centrista quedó en tercer lugar con más de un 18% de los votos y cerca de siete millones de electores. Bayrou se mostró dispuesto a debatir con Royal sobre los elementos concordantes que podían encontrarse en sus programas, como ésta había sugerido la misma noche electoral, y también con Sarkozy. Ella aceptó; él no. Royal sugirió primero aprovechar un foro con el sindicato de la prensa regional –SPQR– previsto para ayer, y al que también debía acudir Sarkozy, aunque separadamente. El SPQR rechazó inmediatamente la inclusión de Bayrou. El jueves, el Partido Socialista –PS– anunciaba que finalmente el debate tendría lugar en Canal+, pero a última hora de la tarde, la cadena privada hacía público un comunicado anunciando que el debate no tendría lugar, amparándose en el Consejo Superior del Audiovisual –CSA–, el organismo que controla la igualdad de tiempo de antena de los candidatos. El CSA dijo ayer que no había sido consultado por Canal+.
El cara a cara Royal-Bayrou será finalmente retransmitido hoy en directo a las 11.00 horas por la cadena de televisión BFM, que se difunde por cable y por la red digital terrestre, así como por la emisora de radio RMC, ambos del grupo NextRadio TV, que ayer señaló en un comunicado que el CSA tan sólo les había precisado cómo deberían contabilizar el tiempo de palabra de los “intervinientes” para cumplir la paridad. Al margen de que sea cierta o no la acusación de haber presionado para impedir el debate, la cerrada oposición del campo de Sarkozy a que se escenifique públicamente este acercamiento entre el PS y el centrismo encarnado por Bayrou, pone sobre la mesa que los candidatos miran mucho más allá de la segunda vuelta presidencial; miran al paisaje que se dibujará a finales de junio después de las elecciones legislativas. La emergencia de estos siete millones de votantes que rechazan la hegemonía de las formaciones tradicionales, crea problemas tanto a la UMP como al PS. Una derrota de Royal desencadenaría una más que probable escisión del socialismo que podría acercarse a este nuevo Partido Demócrata que anuncia Bayrou. Pero también podría dar nacimiento a una nueva oposición, más centrada y renovada que podría crear problemas en el Parlamento a una presidencia de derechas.
* De El País de Madrid. Especial para Página 12.
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