Hallú decidió levantar la sesión del máximo órgano de la UBA ante la cantidad de estudiantes, que según dijo "superó ampliamente la capacidad del recinto", y frente al "peligro de desestabilización de las estructuras edilicias del rectorado".

Asimismo, sostuvo que el objetivo fue "evitar que se produzca un trágico accidente con consecuencias irremediables", ya que hubo una fuerte oscilación en el piso del recinto.

Los estudiantes del colegio Nacional de Buenos Aires y de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini coparon la sesión, luego que decanos y consejeros aprobaron distintos puntos del orden del día.

Esos puntos estaban vinculados a concursos docentes, creación de institutos de investigación y carreras de posgrado, así como un homenaje a Madres de Plaza de Mayo.

Ante las oscilaciones del piso del salón provocadas por los saltos de los manifestantes, el rector decidió suspender la sesión del Consejo Superior, que volverá a reunirse en dos semanas.

La UBA sostuvo en un comunicado que "los incidentes ocurridos hoy en el Consejo Superior no pueden ser leídos de otra manera que como producto de grupos que pretenden, con actitudes violentas, ejercer presión sobre los procesos de toma de decisión que se están llevando adelante, poniendo de esa forma en riesgo sus vidas y las de otras personas".

El mandato de los rectores de los establecimientos secundarios dependientes de la UBA vencerá en breve, por lo cual, frente a la demanda de padres y estudiantes para elegir o reelegir a sus autoridades, el rectorado encomendó a la Comisión de Enseñanza del Consejo Superior el análisis de varias propuestas.

Hay cuatro proyectos presentados para el Colegio Nacional y seis para la Escuela Carlos Pellegrini, razón por la cual programaron encuentros con los distintos actores que integran la comunidad educativa, entre ellos padres, alumnos y docentes.