La intervención estará a cargo del vicejefe de Gabinete, Juan Carlos Pezoa, tendrá una duración de 180 días "prorrogables" y fue adoptada para que "si bien de los informes de gestión no surgen anomalías" se "facilite la investigación y revise" la actuación del organismo, según se establece en el decreto 571 firmado por Kirchner.

El Presidente ya había echado al titular del Enargas, Fulvio Madaro, porque quedó involucrado en la investigación que encabeza el juez federal Guillermo Montenegro sobre presuntas pago de coimas para la construcción de un gasoducto y deberá prestar declaración indagatoria el mes próximo.

Otro de los funcionarios involucrados y que fueron revelados de su puesto es el gerente del Nación Fideicomiso, Néstor Ulloa, aunque también la Justicia sigue teniendo en la mira al secretario de Energía, Daniel Cameron, y al subsecretario de Combustibles, Cristian Folgar.

El anuncio de la intervención del Enargas fue realizado en la Casa Rosada por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, que se limitó a leer la mayor parte del texto del decreto 571 firmado minutos antes por Kirchner y no aceptó preguntas de los periodistas.

Lo acompañó en la Sala de Conferencia el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, que está en el ojo de la tormenta porque la mayoría de los funcionarios involucrados en el escándalo de Skanska pertenecen a su cartera, pero se mantuvo en silencio.

"Si bien de los informes habituales de control y de gestión no surge noticia suficiente de la existencia de anomalías funcionales de gravedad en el Enargas, al aparecer cuestionada su actuación en hechos sobre los que se requiere un preciso esclarecimiento se hace necesario disponer una intervención transitoria del organismo regulador que facilite la investigación y revise su actuación desde la fecha de su creación", dice el decreto de intervención.

El jefe de Gabinete ratificó, además, "el compromiso absoluto del gobierno y de todos sus ministros para lograr el objetivo" del total esclarecimiento del caso Skanska.

La designación del actual vicejefe de Gabinete como interventor del Enargas implica un avance del albertismo en las esferas que hasta ahora controlaba el ministro de Planificación Federal, con quien mantiene una fuerte interna dentro del Gabinete Nacional.

Pezoa es un funcionario de bajo perfil mediático que trabajó en la administración pública durante los gobiernos de Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde y la actual gestión de Kirchner.

Fue subsecretario de Relaciones Fiscales y Economías con las Provincias durante la gestión de Domingo Cavallo en el Ministerio de Economía; presidente de la Casa de la Moneda durante la administración de Eduardo Duhalde, asesor del directorio del Banco Provincia, entre 1999 y 2001, diputado nacional entre 1995 y 1999, entre otras funciones.

Pezoa deberá "garantizar la más absoluta cristalinidad para que el Gobierno y los argentinos estemos tranquilos sobre el funcionamiento del organismo", subrayó el jefe de Gabinete. Entre sus funciones, deberá controlar si se cumplen correctamente las funciones del Ente Regulador y, según el decreto, "en caso de detectarse alguna anomalía deberá informar con precisión su significatividad económica y el impacto que ocasiona y ha ocasionado sobre la gestión".