El Hotel Bauen, una empresa gestionada por sus trabajadores desde 2002, fue el escenario de la conferencia de prensa de los "metrodelegados", el Cuerpo de Delegados de Metrovías.

Luego de haber rechazazado por "inconsulto" el acuerdo firmado por el sindicato Unión Tranviarios Automotor con la empresa concesionaria del transpote subterráneo de Buenos Aires, que los llevó a decidir el paro en la madrugada del jueves con gran impacto sobre el transporte urbano, los trabajadores reunidos en asambleas por línea decidieron incrementar su plan de lucha para incorporar en la discusión otros puntos como la antigüedad y el 82% móvil para sus jubilados.

Como medida de fuerza decidieron liberar el acceso al Subte el martes y miércoles. La medida se llevará a cabo en las estaciones de mayor movimiento, cabeceras y nodos de combinación, durante las horas de mayor ingreso de usuarios.

De esta manera intentan mostrar a los usuarios que el reclamo que llevan adelante "no va en contra de los trabajadores que usan este medio de transporte", sino que apunta hacia la empresa "que cobra subsidios millonarios, tiene varios negocios accesorios y muy redituables, y sin embargo se opone a mejorar las condiciones del servicio y de sus trabajadores".

Los delegados informaron que, "de no mediar una descisión de Metrovías en sentido contrario", el servicio de trenes se prestará normalmente "salvo por el hecho de poder viajar gratis".

También dejaron abierta la posibilidad de levantar la medida de fuerza en el caso de recibir una llamada desde las autoridades del Ministerio de Trabajo o la empresa para abrir nuevas negociaciones.

Los delegados gremiales no descartaron la realización de un paro, aunque aclararon que se notificará a los medios y usuarios con un mínimo de 24 horas de anticipación.