La medida se dispuso en represalia por la detención de un grupo de trabajadores del sector, acusados de pedir "coimas" a cambio de dejar pasar mercadería que debería declararse.

El paro comenzó a las 7 y concluirá a las 19, y sólo provocaba algunas demoras en la aeroestación porteña "Jorge Newbery", donde personal jerárquico intentaba cubrir la labor de los trabajadores en paro.

En cambio en Ezeiza no había ningún tipo de retraso, ya que allí directamente los pasajeros que arribaban recogían su equipaje y se retiraban sin que se los revisaba, al igual que los que partían, que no eran sometidos a los controles habituales.

Sin embargo, el subinterventor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Nicolás Rodríguez Gámez, negó este mediodía que el aeropuerto de Ezeiza se haya convertido "en un colador", al asegurar que las fuerzas a su cargo sí realizaban las revisaciones y controles de práctica.

Admitió, no obstante, que "estamos preocupados, y tratando de establecer coordinaciones que hagan falta y poner en conocimiento de la Justicia" cualquier irregularidad, al tiempo que puntualizó que "no nos agrada" que se esté desarrollando esa medida de fuerza "si bien nuestra competencia no es para hablar de eso".

Rodríguez Gámez aseguró a radio América que la PSA "está realizando su labor normal de control de salida de objetos prohibidos que pueden resultar una amenaza para los pasajeros".

Consultado sobre si existe una pelea "interna" entre los policías aeronáuticos y el sector de Aduana, y que de ella habrían surgido las denuncias que derivaron en la detención de ocho empleados aduaneros, lo negó rotundamente.

"Pensar que esto fue fruto de una interna es pensar que hay jueces que pueden ser manipulados", afirmó.

La medida de fuerza se resolvió el sabado tras una reunión entre el director general de Aduanas, Ricardo Echegaray, y representantes del Sindicato Unico del Personal de Aduanas de la República Argentina (SUPARA).

Voceros gremiales indicaron que los empleados no realizaban operaciones de importación y exportación de los aeropuertos internacionales, puertos y pasos fronterizos del país.

Las autoridades aduanera aseguraron que se mantendrá "una guardia esencial para resguardar la seguridad" de los turistas y ciudadanos argentinos.

La medida de fuerza se resolvió en repudio a "las agresiones" sufridas por once trabajadores en el marco de una investigación judicial realizada el miércoles pasado, en el aeropuerto de Ezeiza, por un presunto pedido de coimas a pasajeros para dejarles pasar alimentos y artículos electrónicos.

El domingo se registró otro incidente entre trabajadores aduaneros y la Policía de Seguridad Aeroportuaria, cuando ésta procedió a la clausura de una oficina de equipajes de la Aduana en Ezeiza.