"Los errores y los crímenes del pasado son imperdonables", dijo Sarkozy ante estudiantes en la ciudad de Constantine, y añadió: "No vengo a refutar el pasado, sino a decirles que el futuro es más importante".

El mandatario calificó de "injusto" el sistema colonial que Francia impuso en Argelia hasta 1962, pero también lamentó que a consecuencia de la independencia del país africano los colonos franceses debieron abandonarlo, informó la agencia alemana DPA.

"¿Cómo que pedir perdón? Alcanza con condenar el sistema", dijo Sarkozy.

Argelia y Francia siguen padeciendo las consecuencias de la guerra de 1954 a 1962, una de las más sangrientas y prolongadas guerras coloniales.

Sarkozy, quien no pertenece a la generación que participó en aquella guerra, se propuso delegar el pasado a la tarea de los historiadores y centrarse en el presente de amistad entre ambos países.

Pero Argelia, que reclama un gesto efectivo de arrepentimiento por parte de Francia, aceptó parcialmente las palabras de Sarkozy sobre la injusticia y el carácter imperdonable de la dominación colonial.

Durante este viaje, Sarkozy firmó contratos por unos 7.400 millones de dólares, sobre todo en el sector energético.

También aprovechó la visita para impulsar su propuesta de Unión Mediterránea, una comunidad de naciones del sur de Europa y norte de Africa, en la que Francia y Argelia sean el eje.

"Así como Francia propuso a Alemania construir la Unión Europea en torno a la amistad francogermana, ahora está proponiendo a Argelia fundar la Unión Mediterránea en torno a la amistad francoargelina", señaló.

Sin embargo, el diario argelino El Watan calificó las manifestaciones del líder galo sobre el colonialismo como "tácticas evasivas" y sostuvo que los lucrativos contratos cerrados ahora representan "otra provocación" para Argelia.