Giacomelli se convirtió así en la segunda víctima mortal por las explosiones, luego de que ayer falleciera el estudiante Juan Andrés Politano, de 22 años.

Asimismo, son asistidos cuatro pacientes en estado "crítico" en el Instituto del Quemado de Córdoba.

Esta tarde la comunidad educativa de la Universidad Nacional de Río Cuarto concretará una nueva asamblea para evaluar los pasos a seguir tras las trágicas explosiones ocurridas el miércoles en la planta piloto de la Facultad de Ingeniería, que causaron la muerte de un estudiante y heridas a otras 23 personas.

Ayer, durante la primera y masiva reunión, en el anfiteatro de la Universidad, los docentes y alumnos exigieron mayores medidas de seguridad.

El encuentro de esta tarde se realizará en plaza Roca de Río Cuarto, desde las 14.

Profesores, alumnos y empleados desnudaron sus miedos, impotencia y desconsuelo tras la muerte de Juan Andrés Politano (21), quien, según reveló una compañera, habría salido del recinto al advertir el riesgo de siniestro, pero volvió a ingresar, "para tratar de apagar un quemador e intentar salvar a los docentes. Fue un héroe", destacó.

Raúl Montenegro, docente de Ingeniería, reveló ante el medio millar de personas presentes que, hace dos semanas, antes de que llegaran los tambores con hexano, se discutió entre los investigadores si debían realizar o no "una tarea", porque "era evidente el riesgo" que se corría.

Por otra parte, siguen graves los cinco heridos que permanecen internados en el Instituto del Quemado de Córdoba.

El director del centro de salud, Carlos Simon, dijo que todos son pacientes graves, que están inconscientes y con asistencia respiratoria mecánica.

Otro de los pacientes que se encuentra delicado es Carlos Ravera (64), cuya superficie corporal quemada es del 65 por ciento.

Los otros heridos que permanecen internados allí son Miguel Mattea (58), Damián Cardarelli (43) y Gladys Baralle (52).

En tanto en Río Cuarto permanece internadas dos personas, Sebastián Murello, en terapia intensiva en el Nuevo Hospital de Río Cuarto y Diego Bonazza, de una firma de Rosario.