"Cuando empezaron a invadir (el barco), mandaron a todas las mujeres a la parte de abajo. Lo máximo que presencié, de primera mano, fueron los tiros que oí, entraron y comenzaron a disparar a las personas", dijo Lee a la cadena Globo desde la prisión de Beersheva, en el sur de Israel, donde está detenida junto a cententares de activistas.

"Dijeron que éramos terroristas, algo absurdo. Entraron donde estábamos las mujeres. Eran muchos vestidos de negro con armas gigantes como si estuvieran en una guerra", añadió.

"Esperábamos que dispararan a la pierna, disparos al aire, sólo para aterrorizar a las personas, pero fueron directo. Dispararon a la cabeza de los pasajeros", relató también al rotativo "Folha de Sao Paulo".

Después los soldados cortaron todas las comunicaciones y vaciaron en el suelo el contenido de sus maletas, agregó. Según Lee, los activistas ya esperaban algún tipo de confrontación con las fuerzas militares de Israel, pero quedaron muy consternados con lo que aconteció.