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Carrió denunció esta semana que del Poder Judicial salieron dos misivas, una de las cuales tendría diferencias de contenido respecto de lo que escribieron los jueces de las Cámaras Federales y que la Corte Suprema envió a la Cámara de Diputados.

Según Carrió, tanto las cartas como las diferencias entre ambas son indicios de que hubo "un pacto" entre el Gobierno y la Justicia, personalizada en la figura del titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, a quien sus pares del máximo tribunal defendieron ayer a través de una declaración pública.

En la nota presentada ante la Organización de los Estados Americanos -puesta ahora a consideración de Canicoba Corral-, Carrió advirtió que en Argentina hay "riesgo democrático por grave alteración del orden constitucional, tal como lo prescribe la Carta Democrática Interamericana" y se puso ella misma a disposición de la Justicia frente a las acusaciones recibidas desde el oficialismo.

Por este motivo, pidió "la asistencia de la OEA a los fines de hacer un seguimiento de la situación que se enuncia con la finalidad de que ese seguimiento preserve la institucionalidad democrática en la Argentina y evite mayores riesgos en su proceso político".

Para la legisladora opositora, "en Argentina el partido de gobierno ha sancionado distintos proyectos de ley que reforman aspectos sustantivos del Poder Judicial de la Nación en un intento de subvertir el Orden Constitucional en desmedro de la independencia de dicho poder, configurando una grave alteración del orden constitucional que afecta el orden democrático eliminando de hecho el sistema republicano de gobierno que se ha dado la argentina desde sus orígenes".