En las calles de esta capital provincial escasean los volantes, no hay pasacalles y no se observan pintadas sobre los paredones.

Las dos principales agrupaciones que competirán en el comicio del próximo 29 de octubre no tienen previsto, en principio, la realización de los típicos cierres de campaña.

En tanto, los habitantes de Posadas se enfrascaron en una polémica sobre si se trata de una nueva forma de hacer política o si demuestra la falta de interés por estos comicios que definirán la pretensión de Rovira a presentarse para un nuevo período al frente del gobierno provincial.

En el trayecto que une el aeropuerto de Posadas con el centro, se observa una ciudad limpia, con la gente abocada a sus tareas habituales. No se observan personas que repartan volantes, ni se ven afiches. Lo único que se puede observar como antesala de una votación, son las carpas que ambos frentes partidarios instalaron en la Plaza 9 de Julio, frente a la gobernación, donde los posadeños pueden averiguar su lugar de votación.

Sólo en algunos sectores de las afueras de la ciudad se ven afiches pegados en las columnas de alumbrado público y alguna pared con inscripciones políticas.

La campaña proselitista pasa, mayoritariamente, por el boca a boca y el contacto personal con los vecinos ya sea desde la gestión de gobierno o en iglesias católicas y templos de otros credos.

Fuente: Télam