Un año marcado por las elecciones de claustros en la Universidad de Buenos Aires (UBA) no podía terminar de otra manera. Hoy se elegirán los representantes de estudiantes y graduados para el consejo superior, órgano máximo de conducción de la UBA. Mientras en graduados se presentaron tres listas sin que se esperen sorpresas, en el claustro estudiantil la izquierda presentó siete listas y le impugnaron seis. Por esta razón denunciaron que desde el rectorado “están haciendo maniobras para garantizarse la mayoría estudiantil”. Las autoridades replicaron que se ajustaron “al estatuto” y que “incluso les dimos tiempo para subsanar otros errores”. También habrá cuatro listas estudiantiles más.

El consejo superior está compuesto por los decanos de las trece facultades, 15 consejeros que representan a cada uno de los claustros (profesores, graduados y estudiantes) y está presidido por el rector. A cada claustro le corresponden cinco consejeros, que son elegidos por los consejos directivos de cada facultad. A su vez, los integrantes de los consejos directivos son el producto de la elección de la comunidad educativa de cada unidad académica. La asamblea de claustros, que sesionará hoy a partir de las 11 en el Colegio Nacional de Buenos Aires, es el ámbito en el que se eligen los consejeros que participarán de la mesa de conducción máxima.

Por los graduados fueron oficializadas las tres listas que se presentaron: Protagonismo e Integración, Pluralismo e Integración, estas dos cercanas a la mayoría que conduce el rectorado, y Confluencia, orientada hacia las posiciones del espacio progresista de los “cuatro decanos” (Arquitectura, Filosofía y Letras, Sociales y Exactas). Aquí hubo un pedido de impugnación por parte de Confluencia, hacia Pluralismo e Integración, por “no haber acompañado el ‘Programa de acción universitaria’”, según cuenta en el acta de oficialización de listas, donde se aclara que era rechazado el pedido.

En este tipo de elecciones casi siempre se presenta más de una lista por espacio político. Si bien el objetivo de máxima es quedarse con la mayoría, también juega la especulación de quedarse con alguna minoría. La votación se realiza por orden alfabético de los acreditados, y cada votante recibe un sobre con su nombre. El voto es secreto hasta el escrutinio, cuando se lee de quién es el sufragio y a quién votó. “Como ejercen una representación delegada, se tiene que preservar la publicidad del voto”, explicó el secretario General del rectorado, Carlos Más Vélez.

La Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), a la que conduce el frente de izquierda 20 de Diciembre (PO, PCR y MST), presentó siete listas, en una de las cuales estaba aliada con la agrupación Movimiento Linealmente Independiente (MLI). El MLI le arrebató el centro de estudiantes de la Facultad de Ingeniería a la FUBA después de más de diez años. Pero aun así, el armado independiente no cruzó de vereda y participó del congreso ordinario que la federación realizó el sábado pasado, logrando quedarse con la secretaría general.

De las opciones presentadas por la izquierda, la que armaron con los independientes fue una de las seis impugnadas y era la apuesta fuerte para conseguir la mayoría que hasta ayer tenían los sectores enfrentados a la conducción de la FUBA, que presentaron cuatro listas y conforman un variopinto racimo de agrupaciones con diferentes orientaciones políticas. “Ya hicieron fraude en Económicas y ahora tienen la clara intención de garantizarse la mayoría estudiantil mediante los mismos mecanismos fraudulentos. Toda esta maniobra, sumada al adelantamiento de la fecha, es para ganarles a las fuerzas que venimos luchando por la democratización desde hace mucho tiempo”, afirmó Martín Bustamante (PCR), uno de los tres presidentes de la FUBA, también consejero superior. Más Vélez explicó que “en diez de las doce listas había candidatos que no cumplían con los requisitos. Les dimos un tiempo más para que pudieran arreglarlo, y así y todo muchos hicieron la presentación con el horario vencido. Pusimos buena voluntad, pero también debimos ajustarnos al Estatuto”.