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A raíz de los conflictos internos que atravesaban algunas facultades (en especial, Ingeniería y Medicina), el Consejo Superior de la UBA reglamentó en abril pasado los pasos que se deben seguir para separar de sus cargos a las autoridades universitarias (decanos, rector). La separación está prevista en el estatuto de la universidad, pero sólo menciona las razones: “por causas notorias de inconducta o por incumplimiento de sus deberes como tales”. El nuevo reglamento establece que “la petición destinada a promover la separación de las autoridades... deberá ser presentada por escrito, precisando de manera detallada las causales en las que se funda”, incluyendo las pruebas pertinentes. El funcionario cuestionado tendrá un plazo de diez días para hacer su descargo y, luego, el cuerpo correspondiente (consejo directivo o superior) deberá decidir si convoca a una sesión especial para tratar la cuestión.