SOCIEDAD › YA HAY 45 CASOS DE HEPATITIS Y 61 PROBABLES DE LEPTOSPIROSIS
El riesgo que avanza en los evacuados
Por Pedro Lipcovich
La leptospirosis (61 casos probables) y la hepatitis (45 casos registrados) están en alza en Santa Fe, y cada una de ellas testimonia la gravísima situación sanitaria que enfrenta la ciudad. La hepatitis se contagia de persona a persona en los centros de evacuados que albergan a más de 50.000 afectados por la inundación. La bacteria leptospira se trasmite por la orina de animales infectados –ratas, perros– y puede sobrevivir y desarrollarse en aguas contaminadas como las que encharcan todavía gran parte de Santa Fe. Página/12 dialogó con el especialista que condujo un estudio piloto sobre las condiciones de sanidad en el área inundada: un eje de peligro es la basura, que se acumula en las calles, muy por encima de las posibilidades del sistema de recolección urbana –un paliativo temporario sería su fumigación con insecticidas de baja toxicidad–; otro peligro grave son los pozos negros, desbordados (la mitad de la población carece de cloacas), cuya rehabilitación hace necesaria una acción coordinada e inmediata. Sin embargo, según denunció el titular de Cáritas Santa Fe, “la provincia no está haciendo absolutamente nada”.
De los 61 casos probables de leptospirosis –15 de ellos están ya confirmados por laboratorio–, 29 corresponden a Santa Fe, 20 a Recreo, ocho a Monte Vera y el resto a localidades menores. A los 45 casos de hepatitis se agregan 34 diarreas y 14 varicelas, según el Centro Operativo de Salud (COS), que coordina las actividades sanitarias. Hay 50.012 personas alojadas en 277 centros de evacuados.
“La importancia del aumento de casos de hepatitis y leptospirosis es que ya no se trata, como hasta hace unos días, de personas que tenían la enfermedad desde antes de entrar a los centros de evacuación, sino que la contrajeron ya como evacuados”, señaló Carlos Zapata, coordinador de la carrera de Saneamiento Ambiental de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
En cuanto a la hepatitis, “la mayoría de los casos se produjo por contagio dentro de los centros de evacuación: aunque los voluntarios están haciendo lo humanamente posible, no se puede controlar totalmente la higiene de tanta gente aglomerada”, admitió Zapata, y agregó a la lista de patologías “las infecciones respiratorias, que aumentan en los centros”.
Eduardo Moras, titular de enfermedades infecciosas en la Facultad de Veterinaria de la UBA, precisó que “la leptospirosis presenta inicialmente síntomas parecidos a los de la gripe, y afecta los riñones y el hígado, con una mortalidad que llega al seis por ciento, según el estado físico del paciente. Es causada por la bacteria leptospira, que se elimina en la orina de animales infectados, como cerdos, vacas, ratas y perros (pueden no tener síntomas) y permanece viva en aguas estancadas o de poco movimiento. La gente la adquiere a través de escoriaciones de la piel, por ejemplo al lavarse con agua no hervida, o por vía digestiva”.
Esas aguas estancadas, contaminadas, no faltan en las zonas de donde se va retirando la inundación. “La leptospirosis no se adquiere dentro de los centros de evacuación, pero sí cuando la gente sale –explicó Zapata–: las lluvias mantienen el terreno saturado de agua, en condiciones de riesgo sanitario.” Otros factores de ese riesgo son “las enfermedades parasitarias e intestinales por contaminación”.
La Escuela de Sanidad de la UNL efectuó un relevamiento piloto en viviendas del área inundada: “El principal problema es la basura, diseminada en los espacios públicos que, al ser ‘lavada’ por las lluvias, disemina elementos contaminantes, sin que los desagües, colapsados, puedan absorberlos –destacó Zapata–. Prácticamente todo el mobiliario de la gente inundada, los colchones, gran parte de la ropa, todo está en la calle, adonde la gente lo sacó al volver a sus casas. Santa Fe producía 160 toneladas diarias de basura, y esa cantidad es ahora el doble, es el quíntuple, no sabemos. El sistema de recolección está colapsado y además hay que esperar que los residuos escurran un poco porque, si se loscargara como están, los camiones dejarían caer un líquido que contaminaría toda la ciudad”. Un paliativo sería “desinfectar los residuos fumigándolos con algún producto de baja toxicidad”.
El segundo problema grave son las cloacas, o la falta de ellas: “El 50 por ciento de la superficie inundada tiene pozos ciegos, que están todos saturados, inutilizables. Habrá que desagotarlos pero las napas están tan altas que probablemente vuelvan a llenarse en poco tiempo”, advirtió el especialista de la UNL y señaló que “lo mejor sería extender la red cloacal”. Si no, por lo menos, “que las autoridades organicen redes de rehabilitación concertada de los pozos negros en cada zona”.
Pero las autoridades parecen sumidas en el más negro de los pozos: el titular de Cáritas Santa Fe, Aldo Ducrano, denunció que “ante los peligros de contaminación, la provincia no ha hecho absolutamente nada. Es como si los funcionarios no quisieran darse cuenta”.