Los sojeros han obtenido varios triunfos a lo largo de este año: que los otros sectores del campo (con intereses contradictorios con el avance de la sojización) apoyen sus reclamos, consiguieron además un inesperado consenso social que catapulta a sus referentes como candidateables en términos políticos y que se bajen las retenciones tumbando la resolución 125, tras una muy lúcida campaña mediática que contó con apoyo de la derecha (por su identificación iconográfica con los símbolos patrios que tanto conmueve a los patrioteros y por un furioso discurso anti-kirchnerista) y de parte de la izquierda (precisamente... por un furioso discurso anti-kirchnerista). Curiosamente (o no), tanto los sectores de derecha que apoyaron “al campo” como algunos de izquierda tienen en común su apoyo a la dictadura militar argentina. De hecho, y más allá de los discursos ultrarrevolucionarios sin autocrítica ni autoridad moral.

Ahora nuevamente van por más, con el doble discurso de siempre, diciendo que no van a cortar la ruta como dijeron por tantos meses... mientras cortaban la ruta y generaban un desabastecimiento cuyas consecuencias económicas aún padecemos.

Todo ello pese a que ganaron..., según ellos: sabido es que el proyecto oficial consensuado en Diputados le convenía al pequeño productor. Pero claro, no se trataba de eso en definitiva el reclamo, la sábana es corta, y si cubrimos a los pequeños debemos descubrir a los pooles, no se puede cobijar intereses contrapuestos bajo el mismo cobertor.

La Federación Agraria lo sabe, y por eso sale ahora a salvar la ropa y recuperar terreno en sus bases, que con la caída de la 125 han perdido. Todos pagaremos el costo del salvataje de la imagen de Buzzi y De Angeli, con productos más caros y desabastecimiento.

¿Seguiremos apoyando “al campo”?

Diego Cazorla

DNI 17.248.905