DEPORTES › ANGELICI, EL TESORERO DE BOCA

Sangre de negocios

 Por Gustavo Veiga

Daniel Angelici no llegó a la tesorería de Boca por azar, como podría sugerirlo su actividad privada. El dirigente que controla las cuentas es el presidente de la Cámara Argentina de Salas de Bingos y Anexos (Casba), pero administra el presupuesto del club –que asciende a 145 millones de pesos anuales– porque Mauricio Macri lo quiso así. Es uno de sus hombres de confianza en la comisión directiva y uno de los tantos empresarios vinculados con la industria del juego que mantiene relación estrecha con el jefe de Gobierno porteño. Este militante radical de 44 años tiene intereses en cinco sociedades de apuestas, un stud de caballos de carrera y un exclusivo restaurante en Puerto Madero con otros correligionarios.

Sin historia en la política de Boca, su nombre sólo es recordado por quienes lo relacionan con el frustrado desembarco de Bwin, la compañía de juegos virtuales que pretendió ser sponsor del equipo, allá por julio de 2006. Al igual que el empresario Oscar Vicente, el secretario general del club, Macri lo eligió para seguirle los pasos de cerca a Pedro Pompilio. Otros laderos del ingeniero son el vicepresidente segundo, José Beraldi; el secretario de actas, Carlos Ben, y los vocales titulares Rómulo Zemborain y Juan José Etala.

La falta de antecedentes en los asuntos internos boquenses no ha sido un problema para el abogado Angelici. Al fin de cuentas, tampoco tenía demasiados Macri cuando ganó las primeras elecciones en Boca, en diciembre de 1995. Ni Vicente, el ex CEO del grupo Pérez Companc. Ese es el tipo de dirigente formateado a imagen y semejanza del ingeniero. “Si tenés problemas para llegar a fin de mes, no podés ser dirigente de fútbol”, dijo una vez.

El tesorero que debe bajar el millonario déficit operativo del club o pagarle al plantel las suculentas primas que reclama cuando termina cada temporada, está acostumbrado a hablar de cifras importantes. Según sus propias declaraciones de marzo pasado, los bingos de la provincia de Buenos Aires donde la Casba se creó facturan por mes unos 150 millones de pesos. Una cifra parecida a la del presupuesto de Boca para el ejercicio 2008-2009.

Angelici eligió sumergirse en la realidad del fútbol desde el otro lado del mostrador. Por ahora, sus emprendimientos privados están en las apuestas, el turf, la cría de caballos y la gastronomía. Las cinco sociedades anónimas que preside o en las que tiene acciones y que están relacionadas con el juego son: Binarge, American Games, World Games, Betec y Cronopios. Está última cruzó los límites de la provincia de Buenos Aires y se dedica a la instalación y explotación de juegos de azar en Córdoba.

En Puerto Madero Tango, un restaurante donde una cena con derecho a espectáculo sale entre 180 y 250 pesos, Angelici comparte la sociedad con sus compañeros de la UCR. Cristian Caram, ex militante de Franja Morada que fuera candidato radical a jefe de Gobierno porteño en las elecciones de 2003, es la cara más visible del emprendimiento. Su rotundo fracaso en aquellos comicios ganados por Aníbal Ibarra lo persuadió de dedicarse a la gastronomía en el exclusivo corredor turístico de Puerto Madero. En la empresa figuraba como directora Marcela Alejandra Larrosa, la hija de Norberto “Beto” Larrosa, el histórico puntero radical de Villa Lugano. Pero en marzo de 2007 le inició un juicio ejecutivo a la SA.

En este tipo de iniciativas donde se reúnen ciertos correligionarios sobrevuela la figura de Enrique “Coti” Nosiglia, un operador político a tiempo completo que mucho tuvo que ver con la llegada de Macri a la presidencia del club en 1995 y que no sería ajeno al desembarco de Angelici en un puesto clave como la tesorería de Boca. Horacio “Cholo” Palmieri, ex volante central de los años ’70 (jugó en los dos grandes del fútbol argentino), es vocal suplente y otro de sus hombres de confianza.

Donde la pasión boquense de Angelici queda a resguardo de malentendidos es en Bingo Horse, la sociedad que comparte con Daniel Mario Mautone. Si bien su actividad registrada es la explotación de establecimientos agrícolo-ganaderos, se la conoce más por el nombre del stud identificado con los colores de Boca y cuyos caballos son preparados por el cuidador Roberto Pellegatta. Flag Copado y Checklist son dos de sus purasangres ganadores. El dirigente que maneja las cuentas de Boca también figura al frente de Dalea SA, donde se dedica a la reproducción, cría y cuidado de caballos de carrera. Allí su socia es María Inés Belloni, su esposa.

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