CULTURA › OPINION
Bolsones cavernícolas
Por carlos ulanovsky*
Después de 29 años, hay gente que descree de los logros de la democracia, de eso que con la democracia se come, se educa y se sana. Cuando entra en etapa de desdicha profunda, cuando le va mal, el argentino sólo atina a conectarse con otras épocas en las que la pasó mejor, por ejemplo en la época de los militares. Ahí está mi desconcierto: con tal de consolarse un poco le importa tres pepinos la democracia. Y no le avergüenza pedir mano dura, autoritarismo y decisiones salvajes. Es una gran derrota cultural: pese a todos los esfuerzos educativos, informativos, buena parte de los jóvenes de 12 a 30 años saben muy poco de lo que ocurrió a su Nación y a sus habitantes entre el ’74 y el ’83. A lo mejor hace falta mucho más trabajo escolar, universitario, más programas de radio y TV, más suplementos de diarios porque sé que algo que para nosotros es suficiente, para mucha gente no lo es. En Radio Ciudad escuché una encuesta que ponía los pelos de punta: adolescentes que no sabían nada y se ufanaban de eso. Si bien socialmente existe un sentimiento generalizado de repudio en relación con los hechos represivos, son importantes los porcentajes de indiferencia, de hastío de sectores supuestamente evolucionados. Mucha gente no entiende el significado del Nunca Más y se opone a volver a caer “en una pálida”. Existen bolsones cavernícolas al estilo Baseotto, pero creo también que giran solos: están desprestigiados en la sociedad. Por suerte, el cine y el teatro siguen intentando debatirse a sí mismos, intentan llegar a una verdad para ellos. Celebro la existencia, por ejemplo, de Teatro por la Identidad.
* Periodista y director de Radio Ciudad.