No fue bueno el partido en el arranque. A Estudiantes le faltaban ideas para arrimar peligro al arco de Navarro y Racing, que defendía bien y en el medio cumplía, debía recurrir al pelotazo largo para que recibiera Moralez y, solo, se encargara de complicar.

El resultado de esto no podía ser otro: apenas una situación de gol, un cabezazo de Sava que Andújar controló sobre su palo izquierdo y una falta peligrosa sobre Moralez en la puerta lateral del área, que el árbitro Beligoy no vio ni cobró. La primera de Estudiantes llegó recién pasada la primera media hora de juego, luego de un centro de Angeleri que Lázzaro cabeceó muy desviado.

Mezcla de entusiasmo y necesidad, Racing intentó animarse a más y poco a poco fue mejorando su juego, hasta obligar al puntero Estudiantes a defenderse bien atrás. Entonces, los de Micó lograron marcar la diferencia. Y, tras un tiro libre de Moralez que pasó muy cerca del travesaño, llegó la gran jugada de la noche, que le permitió al local ponerse arriba en el marcador.

Fue a los 41 minutos, luego de una joya de Matías Sánchez, quien ingresó al área con pelota dominada, despachó con parsimonia primero a dos, después a uno y luego a otro marcador y sacó el centro atrás para que Fileppi metiera la cabeza y pusiera el 1-0. ¡Un golazo!, que despertó la euforia de los hinchas de Racing.

Con el envión, antes del final de la primera parte, Racing estuvo muy cerca del ampliar. Otra vez Fileppi buscó definir con un lindo remate al ángulo derecho que terminó estrellándose en el travesaño.

En el arranque del complementario, Estudiantes trató de revertir y fue un poco más profundo. Angeleri comenzó a lastimar por la franja derecha y estuvo cerca del descuento, de no ser por una buena intervención de Navarro. Pero Racing no aflojaba y seguía complicando a la defensa del puntero: Sava tuvo una magnífica oportunidad para ampliar, habilitado por Moralez, pero falló su definición.

Pero la fiesta de Racing se acabó rápidamente. A los 58 minutos, tras un centro de Enzo Pérez por la derecha, Galván, que había ingresado por Piatti, entró solo por el segundo palo para meter el empate; tres minutos después, Lugüercio envió un centro desde la izquierda para que Lázzaro consiguiera, de cabeza, el gol de la victoria.

Como del día a la noche, lo que siguió de Racing fue un verdadero desastre. En menos de cinco minutos, el equipo de Micó perdió tres jugadores por doble amarilla: primero se fue Sánchez (R), después Bastía y, por último, Moralez. Entonces comenzaron los incidentes. Hinchas de Racing invadieron la cancha y, después de hablar con la policía, Beligoy decidió suspender el trámite por falta de garantías.