Miércoles, 23 de julio de 2008 | Hoy
DEPORTES › A 17 DíAS DE BEIJING 2008, GINóBILI VOLVIó A JUGAR Y FUE GOLEADOR
España venció 90-88 a la Selección, pero el regreso del bahiense, que marcó 18 tantos, fue la gran noticia del partido. La Selección recuperó nivel en la segunda mitad y estuvo cerca de forzar un alargue. Optimismo en el campamento argentino.
El seleccionado argentino de básquetbol rindió ayer un muy buen examen en el Palacio de los Deportes de Madrid de cara a su participación en los Juegos Olímpicos de Beijing, donde defenderá la medalla dorada conseguida hace cuatro años en Atenas. Emanuel Ginóbili, que volvió a jugar después de su lesión, arrancó entre los titulares y fue goleador con 18 puntos, que sirvieron para sostener la ilusión del equipo que dirige Sergio Hernández, aunque finalmente cayó 90-88 ante la poderosa selección de España.
El esperado choque entre el campeón olímpico y el campeón mundial ofreció un gran espectáculo. Si bien la presencia de Ginóbili permitía soñar con un temprano dominio del partido, lo cierto es que el arranque de Argentina fue más bien pobre, con un equipo lento y con muy pocas propuestas. España, en cambio, se adueñó del balón y mandó con soltura en los dos tableros, ante un público entusiasta que acompañó alentando hasta el último segundo de juego.
La diferencia en el marcador al término del primer cuarto (23-13) no hizo más que reflejar las diferencias esbozadas entre uno y otro conjunto dentro de la cancha. Sólo con el envión del comienzo, el equipo que dirige Aíto García Reneses, con un parcial de 7-0, estiró cruelmente la ventaja (30-15 en el minuto 15). Aunque por momentos Argentina parecía meterse en el partido, porque lograba achicar la brecha, la primera mitad terminó con diferencia de 15 para los locales, que cerraron el segundo parcial 45-30.
La inactividad por la lesión fue determinante para Ginóbili quien, falto de ritmo, no encontraba el camino para desnivelar, para imponer su jerarquía ante la dura marca de los españoles. Andrés Nocioni, que también viene de una lesión, Luis Scola y Carlos Delfino, que buscó constantemente el triple, tampoco conseguían apuntalar la reacción del equipo nacional, que encima cometía muchísimos errores.
Pero si España palpitaba un triunfo amplio, apoyada en la buena labor de Paul Gasol, apareció una versión mejorada de Ginóbili y Argentina volvió a meterse en el partido. Con un doble y un triple del bahiense, los del conjunto de Hernández volvieron a achicar distancias. Sin embargo, los locales –mucho más efectivos en la zona de rebotes– se las ingeniaron para aguantar la presión argentina, que había encontrado un poco de aire con las buenas resoluciones de Román González, quien reemplazó satisfactoriamente al lesionado Fabricio Oberto, que le permitieron descontar.
La ilusión no duró mucho, porque José Calderón, con sucesivos triples, volvió a ampliar la ventaja de los españoles. Sobre el final del tercer cuarto, a sonido de chicharra, el base del equipo argentino Pablo Prigioni embocó un triple que dejó el marcador 63-55.
El final del encuentro fue a pura emoción. España sumaba con los tiros de tres de Calderón y la levantada de los hermanos Gasol. Argentina, por su parte, apostaba al talento de Prigioni y al empuje de Nocioni. Con un triple de Delfino, Argentina acortó a cuatro la diferencia (79-75), y el inesperado y festejado final de juego de Ginóbili puso al seleccionado argentino a tiro de la victoria. Pero falló Paolo Quinteros su agónico triple, apurado por el reloj. “La Argentina jugó sin Oberto, que es un jugador importante, y realizó una táctica inteligente, jugando en muchos momentos del partido con jugadores menos importantes para terminar con Prigioni, Nocioni, Ginóbili, Delfino, Scola. Jugó los momentos decisivos con su máximo potencial”, elogió al equipo nacional el entrenador español, Aíto García Reneses.
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