Histórico: Carlos Mauricio Espínola logró su cuarta medalla olímpica en cuatro ediciones consecutivas de los Juegos, al quedarse, junto a Santiago Lange, con la distinción de bronce en la clase Tornado del yachting, la tercera que obtiene la delegación argentina en Beijing. El correntino ya había ganado dos de plata, en Atlanta 1996 y Sydney 2000, en la clase Mistral, y una de bronce, también con Lange, en Atenas 2004. Al finalizar sextos en la Medal Race de su categoría, la dupla sumó 56 puntos y quedaron a 12 de los ganadores del oro, los españoles Fernando Echavarri y Anton Paz. El segundo lugar fue para los australianos Darren Bundock y Glenn Ashby, que terminaron con 49 unidades.

Con mucha expectativa, los argentinos habían comenzado la jornada con gran concentración: llegaron temprano al Qingdao Olympic Sailing Center y fueron los primeros en salir a probar sus velas a la pista, una hora antes del comienzo de la competencia. La lluvia y el fuerte viento fueron una constante durante toda la carrera, que comenzó con una buena largada de los británicos, seguidos de cerca por los españoles y los australianos, con los argentinos en el cuarto lugar.

Al llegar a la primera boya, Espínola y Lange se encontraban muy retrasados, ya que ocupaban la octava ubicación, detrás de los españoles, que habían tomado el liderazgo seguidos por Gran Bretaña, Canadá, Italia, Holanda, Alemania y Australia, que también había retrocedido bastante. Pero antes de llegar al tercer tramo, la embarcación alemana, que estaba en el cuarto lugar de la tabla general, se dio vuelta y perdió varias posiciones y luego los argentinos alcanzaron el sexto puesto, que mantuvieron estratégicamente y así aseguraron su lugar en el podio.

La ceremonia de premiación se realizó bajo un diluvio, pero poco les importó a los argentinos que, una vez más, lograron quedar entre los tres mejores del certamen, repitiendo su hazaña de hace cuatro años, aunque esta vez con un sabor especial. Es que la embarcación que iban a utilizar Espínola y Lange fue chocada cuando faltaba un mes para el inicio de la competencia, y se encontraron con la necesidad de utilizar un muleto, que finalmente les dio una gran satisfacción.

Con esta nueva conquista en tierras chinas, la delegación argentina ya tiene tres medallas, dos de bronce y una de oro, lograda por el legendario Juan Esteban Curuchet y Walter Pérez, en la Prueba Americana de ciclismo.