Desde México D.F.

El gigante Cementos Mexicanos (Cemex), tercero en la escala mundial, no acepta el trato del gobierno de Hugo Chávez en la expropiación de su planta en Venezuela, que le ofreció una indemnización (de 650 millones de dólares) inferior a la dada a otras empresas extranjeras intervenidas, y ya prepara la respuesta, un litigio internacional.

“Cemex califica la confiscación y el posterior inicio del procedimiento de expropiación como una violación flagrante a la Constitución, Ley de Expropiación y otras leyes de Venezuela, además de no respetar los principios del derecho internacional y los tratados para la protección recíproca de inversiones”, aseguró un comunicado empresarial, en el cual queda claro el punto de disconformidad: “La oferta presentada a Cemex es menor, proporcionalmente, a lo ofrecido a las empresas europeas, considerando índices de valor por tonelada de capacidad instalada y múltiplos de Ebitda (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización)”.

La expropiación materializada el lunes pasado, y de la cual el gobierno de Chávez avisó dos meses antes, ya había provocado protestas mexicanas. El embajador de México en Venezuela, Mario Chacón, declaró a la prensa en Caracas que Cemex no tuvo el mismo trato que la francesa Lafarge y la holandesa Holcim y “como gobierno respetamos la decisión de los poderes venezolanos, pero estamos obligados a velar por los intereses de nuestras empresas. Consideramos que ha habido un trato discriminatorio con Cemex y no entendemos por qué”.

La oferta venezolana condujo al fracaso las negociaciones. Cemex pedía 1300 millones de dólares como indemnización, demanda a la cual el gobierno de Venezuela respondió con una valoración cercana a los 400 millones de dólares, que elevó luego hasta 650 millones. Insuficientes para satisfacer a la parte mexicana. Cemex, con presencia en decenas de países, tiene en el horizonte presentar su litigio ante el Centro Internacional para el Arreglo de Diferencias por Inversiones, ya que considera que la expropiación se realizó “sin previa indemnización, justa y efectiva y sin previo procedimiento de expropiación” y recordó que “siempre ha mantenido una posición de respeto a las decisiones soberanas de los Estados en donde opera que estén apegadas a la ley (y) Cemex siempre ha estado disponible para el diálogo con el gobierno de Venezuela”.

El ministro de Finanzas de Venezuela, Alí Rodríguez, ha dicho que según las cotizaciones de la cementera mexicana en la bolsa de valores de Caracas su valor “no llegaría a 400 millones de dólares”. Artículos de prensa indican que la banca de inversión Morgan Stanley consideró que “el fallo en las negociaciones y la expropiación probablemente debiliten el poder de negociación de la compañía para alcanzar una valoración razonable” y Cemex “podría recibir nada”.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.