Los persistentes dolores musculares en la nuca frenaron el regreso más espectacular en la historia de la Fórmula 1: Michael Schumacher anunció que no podrá volver a correr por las secuelas físicas que sufre desde su accidente de moto en febrero pasado, un accidente que ahora, de acuerdo con su manager Willi Weber, es considerado como “el más grave que sufrió en toda su trayectoria deportiva”. El italiano Luca Badoer, piloto de pruebas de Ferrari y que no compite en F-1 desde hace diez años, será finalmente el reemplazante de Felipe Massa en el próximo GP de Europa, en Valencia, dentro de diez días.

No habrá luz verde para el siete veces campeón del mundo: la luz roja que lo frenó fue el dictamen de los médicos. “Lo he intentado absolutamente todo pero, muy a mi pesar, no puede ser”, anunció el alemán en su página web. “Estoy profundamente decepcionado. Lo siento enormemente por los jóvenes de Ferrari y por todos los fanáticos que me desearon suerte”, escribió Schumacher, ganador de 91 Grands Prix entre 1992 y 2006 y que había bajado ya cuatro kilos: pesa lo mismo que cuando se retiró.

Luca Di Montezemolo, el presidente de Ferrari, admitió que supo el lunes por la noche de los problemas que le impedirán a Schumacher concretar su esperado regreso. “No hay dudas de que su retorno hubiera sido bueno para la Fórmula 1 y de que habría luchado por la victoria nuevamente.”

Lo curioso es que Di Montezemolo, que como presidente de la Asociación de Equipos de Fórmula 1 lidera un movimiento de reducción de costos en la categoría, promueve ahora la participación de tres coches por escudería a partir del año próximo –cuando normalmente cada escuadra alista dos autos– para incorporar al alemán sobre una base fija en el 2010.

El mismo lunes, el manager de Schumacher congeló la producción de todos los artículos de “merchandising” que estaba preparando para comercializar el regreso del ídolo.

“Las consecuencias del accidente de moto impiden que regrese”, admitió con resignación Schumacher, en referencia a que el hombro y la nuca nunca se recuperaron del todo después de la caída en moto sufrida en febrero en la localidad española de Cartagena, mientras se preparaba para correr en el campeonato alemán de Superbikes.

“Sufrí fracturas en la región de la cabeza y del cuello”, dijo Schumacher sin especificar las heridas. “Por eso, la nuca no puede aguantar las exigencias extremas de la Fórmula 1.” La confesión de Schumacher explica hasta qué punto estaba tan necesitado de probar la Ferrari F60 que iba a correr en Valencia, un ensayo prohibido por el reglamento.

Schumacher había manejado una Ferrari F2007, de hace dos años, durante 47 giros en el circuito de Mugello, en Italia, propiedad de Ferrari, diez días atrás, y en ese ensayo aparecieron los primeros síntomas de preocupación. El alemán iba a pagar de su bolsillo un nuevo test, entre ayer y hoy en el mismo circuito, pero nunca llegó a concretarlo.