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Argentina cumplió con el trámite que significaba México y dio un pasito más para acercarse a la clasificación para el Mundial de Turquía, sobre todo porque Uruguay cayó sorpresivamente ante Panamá. Con una actuación despareja, en la que volvió a destacarse Luis Scola, el conjunto de Sergio Hernández recién resolvió el encuentro en el último cuarto, cuando tomó una ventaja de 14 puntos y luego reguló el desarrollo hasta el 77-65 final. Esta noche, a partir de las 22, se medirá con Puerto Rico, con la posibilidad de garantizarse la clasificación, incluso antes de jugar, si es que Uruguay pierde con Brasil.

Con la tranquilidad que otorga saberse superior al rival, Argentina salió a jugarle a México. Con el peso en la pintura de Román González, el equipo nacional tomó la primera ventaja importante cuando se colocó 12-5 al promediar el primer parcial. Pero esa misma serenidad con la que arrancó lo llevó a una relajación inconsciente, que determinó que México metiera un parcial de 7-0 en menos de un minuto, para igualar el marcador. De ahí al final, Argentina amagó con despegarse de nuevo, pero los aztecas reaccionaron y mantuvieron la paridad hasta el cierre del cuarto (17-17).

El minidescanso sirvió para que Argentina volviera a los fundamentos de su filosofía de juego. Con la búsqueda de sus dos principales vías de gol, Scola y Quinteros, más una muy buena rotación defensiva, el conjunto de Hernández volvió a meter un parcial 9-0 para escaparse 26-17. Y con el primer triple de Leo Gutiérrez llevó la diferencia a 10 puntos, la máxima hasta ese momento. Sin embargo, cuando parecía que se podía producir el quiebre del partido, Argentina se volvió a equivocar, como en el primer cuarto. Con menos intensidad, los albicelestes decayeron en su nivel de juego, por lo que México fue limando diferencias, amparado en los lanzamientos de larga distancia. Tanto que cuando promediaba el tercer cuarto, los mexicanos llegaron a ponerse a un punto.

Cuando Argentina reconoció sus problemas, de nuevo pudo estirar su diferencia. Con su defensa intensa y con la pelota en manos de sus hombres más importantes, retomó la ventaja que ya no abandonaría. Con ocho puntos consecutivos de Prigioni, más la reaparición en escena de Scola, pudo cerrar el tercer parcial con diez puntos de ventaja, 57-47. La gran diferencia esta vez fue que entre Scola, que llegó a 25 puntos, y Gutiérrez, que anotó dos triples seguidos, la Selección tomó 14 tantos de diferencia, a falta de menos de cinco minutos. Esa ventaja ya fue indescontable para los mexicanos, que se entregaron ante la superioridad argentina. Ahora, sólo queda sellar el pasaporte. Una victoria propia en alguno de los dos partidos que restan o una caída de Uruguay ante el ya clasificado Brasil así lo determinarán.