En Boca se acabaron los tiempos de las palabras. Luego de las charlas entre el cuerpo técnico con los dirigentes, de los futbolistas con el entrenador y de los jugadores entre ellos, ayer empezó la etapa de preparar el equipo pensando en el Superclásico. Por eso, el técnico Abel Alves plantó en la cancha un posible equipo titular, en el que hubo margen para la sorpresa, aunque no tanto como para suponer que Juan Román Riquelme o Martín Palermo podrían quedarse afuera del partido, tal como pretendieron hacer circular algunas versiones periodísticas.

“El momento de Boca es difícil, no descubro nada con eso –le dijo Palermo a Página/12 durante una presentación de Gillette, anoche–. Pero los jugadores estamos comprometidos con la idea de ganar el clásico. A mí, particularmente, me gustaría anotar el gol 219 el domingo contra River”, dijo a propósito del tanto que puede transformarlo en el máximo goleador de la historia de Boca. Palermo no piensa que va a quedarse sin jugar.

Cuatro son los cambios que introdujo Alves en el entrenamiento de ayer respecto de los titulares que salieron a jugar en la derrota ante Tigre. Y de los nombres que aparecieron, los más llamativos resultaron los de Hugo Ibarra y Matías Giménez, que hasta el domingo pasado no figuraban en los planes del entrenador. El lateral, que no volvió al equipo desde la caída ante Newell’s, cuando Alves lo marginó junto a Roberto Abbondanzieri, participó en la práctica durante 30 minutos, pese a que tenía una molestia muscular. Por eso, si no sucede nada extraño, el formoseño volverá a la titularidad en la posición que venía ocupando el chileno Gary Medel, que ayer se movió en la mitad de la cancha, en el lugar que venía teniendo el juvenil Cristian Erbes.

Para Giménez, el clásico puede significar su debut oficial con la camiseta de Boca. Desde que llegó al club, el ex volante de Tigre apenas tuvo algunos minutos en los amistosos de verano, cuando Alfio Basile todavía era el entrenador. Con la asunción de Alves, el volante izquierdo no tuvo oportunidades e incluso estuvo jugando en la reserva para no perder ritmo. Su presencia en el equipo determinó que Cristian Chávez perdiera su lugar entre los titulares.

Los otras variantes que probó el técnico eran más esperadas. En la defensa se produjo el regreso de Ezequiel Muñoz, que se movió como primer zaguero central. Además, su ingreso motivó que el brasileño Luiz Alberto pasara como segundo marcador central y Claudio Morel Rodríguez se corriera como lateral izquierdo. Con ese movimiento, el que perdió su plaza fue Fabián Monzón, otro que viene siendo apuntado por sus flojos rendimientos.

La cuarta variante se dio en la mitad de la cancha, con el retorno de Jesús Méndez, que se movió como volante central. La semana pasada, el ex jugador de Central le pidió al entrenador tener una chance en su posición natural, algo que desde que llegó a Boca no había sucedido. Con su ingreso, el que salió del equipo fue Ariel Rosada.