La derrota implacable de Boca ante Colón dejó finalmente sin argumentos al entrenador Abel Alves, quien terminó presentando su renuncia para descomprimir la situación y darle un poco de aire a la dirigencia del club, que el martes pasado lo había ratificado en el cargo hasta la finalización del torneo Clausura. Mientras espera la respuesta de Guillermo Barros Schelotto, el presidente de Boca, Jorge Amor Ameal, aseguró que se les renovarán los contratos a Juan Román Riquelme y Martín Palermo, avisó que analizará “proyectos” y no “nombres” y promovió como DT interino a Roberto Pompei, quien estaba a cargo de la sexta categoría de las divisiones inferiores. El ex Vélez, Racing, Boca y Huracán trabajará con Omar Larrosa (DT de la quinta) como ayudante de campo.

“En un acto de dignidad que lo enaltece, nos convocó para decir que nos dejaba en libertad y daba un paso al costado, viendo que no podía revertir esta situación”, expresó ayer el vicepresidente de Boca, José Beraldi. Según el dirigente, Alves seguirá trabajando en el club, “no sólo él sino todo el cuerpo técnico”. Las tensiones con varios integrantes del plantel –la última fue en el vestuario con el arquero Javier García en la previa al partido ante los santafesinos– y la cosecha de malos resultados –tras la victoria en el superclásico, el equipo cosechó tres derrotas consecutivas– que situaron al equipo en la parte baja de la tabla de posiciones, fueron el sello de una gestión demasiado exclamativa.

“Hay cuatro técnicos que para igualarlos tendría que caminar muchísimo: Bilardo, Menotti, Bianchi y Bielsa. Pero con los demás me animo a pelear de igual a igual”, había declarado Alves cuando asumió el cargo. Al momento de su renuncia, Boca sumó apenas 12 puntos, de 39 posibles, y con 27 goles en contra es la defensa más vencida del torneo.

Hasta que se confirme el nombre del sucesor, Pompei tomará las riendas durante los seis partidos que restan. El DT interino se presentó ayer ante el plantel, dialogó con los jugadores y después dirigió la práctica en Casa Amarilla. “El objetivo es cambiar la imagen, y estoy convencido de que se puede lograr”, indicó Pompei. “Tenemos un minitorneo de seis partidos y los vamos a ir tomando con mucha tranquilidad, tratando de poner en la cancha al mejor equipo que esté en ese momento”, sostuvo en la conferencia de prensa en la que Ameal lo presentó.

Con respecto al sucesor definitivo, Ameal espera para la semana próxima la respuesta del mellizo Guillermo, aunque abriendo el paraguas admitió ayer que el club priorizará el proyecto a los nombres. “Ahora necesitamos evaluar el proyecto por encima del técnico, que va a llegar con un contrato por un año”, anticipó el dirigente. Y advirtió: “Estamos evaluando técnicos y queremos tener tranquilidad porque tiene que terminar el torneo. No hay técnico que diga ‘voy a asumir por los partidos que quedan’. Por eso queremos pedirle a la gente paciencia”. Además del mellizo tienen chances Diego Cagna, Julio Falcioni y Miguel Russo.