Ricardo Gareca, el técnico de Vélez, opinó que su equipo es víctima de los arbitrajes de Primera, al protestar por la actuación de Javier Collado en la derrota del domingo ante Racing, y de manera curiosa salió en defensa de Gabriel Brazenas, el mismo árbitro que, casi un año atrás, dirigió el partido final del Clausura 2010 entre Vélez y Huracán, y desde entonces quedó al margen de todas las designaciones y sorteos.

“Nosotros nunca nos quejamos de los árbitros, se dice que son seres humanos y se pueden equivocar, pero acá buchonearon, lo marcaron a un árbitro y hace un año que sigue sin dirigir”, afirmó Gareca, en alusión a Brazenas, muy cuestionado por el arbitraje de aquel partido que terminó coronando a Vélez. El entrenador de aquel equipo de Huracán era Angel Cappa, ahora en River, que en dos fechas recibirá al equipo de Liniers.

Gareca cree que a Vélez se lo castiga con excesiva dureza por aquel partido en que Brazenas convalidó el gol de Maxi Moralez, que significó el título, un gol que se produjo tras una falta no sancionada del delantero Joaquín Larrivey sobre el arquero de Huracán Gastón Monzón.

El fastidio del entrenador en la lluviosa noche de Avellaneda tuvo su origen en la expulsión del juvenil delantero Ricardo Alvarez, que decidió Collado con particular énfasis. “Así no se puede jugar. En una situación que es penal a (Nicolás) Cabrera, le tiran piedras a un jugador de Vélez. Cuando el técnico (Miguel Russo) va e increpa a un jugador y no pasa nada. Se termina expulsando a un chico que tiene cinco partidos en Primera”, se quejó el entrenador, sin bajar los decibeles de la denuncia.

Y fue todavía más duro sobre ese episodio: “Si un árbitro tiene esa personalidad, que la tenga en todos los escenarios, en cualquier cancha y con los jugadores con que la tiene que tener –exigió Gareca–. No con un pibe. Me agarran a Cabrera y lo sacan de un brazo. Termino yo con un hombre menos, donde está enredado Racing. Todo Racing, hasta la gente. Hay cosas que no puedo entender. Nosotros jamás nos metemos con el tema de los arbitrajes. Si tienen bolas, que expulsen a jugadores de nombre”.

A Gareca también le molestó que tras un choque de cabezas en que resultó cortado y shockeado el defensor local Matías Cahais, el técnico del equipo de Avellaneda, Miguel Angel Russo, ingresara al terreno de juego para repartir indicaciones a sus jugadores. “Si entra y se queda al lado de su jugador yo no digo nada, pero aprovechó para dar indicaciones –se quejó–. Uno puede entender determinadas reacciones por el momento difícil (que pasa Racing), pero una cosa es que nosotros la hagamos y otra que se lo permita el árbitro.”

Gareca se la tomó a empujones con su colega de Racing durante el partido: “Con Russo tengo buena onda, no tengo mayores inconvenientes, tengo una buena relación y no la quiero estropear, pero eso de insultar a un jugador no tiene nada que ver, menos con la gente de Racing como estaba en ese momento”.