La continuidad de Claudio Borghi como entrenador de Boca está garantizada, al menos hoy. Luego de una jornada de reflexión, en la que dejó varios indicios sobre sus ganas de abandonar el cargo, el técnico le confirmó al presidente del club, Jorge Amor Ameal, que seguirá en el cargo. El rotundo apoyo recibido por parte de la dirigencia, los jugadores y hasta de los hinchas, más la opinión de sus familiares, alcanzaron para torcer la decisión de renunciar que tenía Borghi luego de la derrota ante Lanús. Habrá que ver cómo inciden estas dudas del técnico de cara al futuro, teniendo en cuenta que ya es la segunda vez en nueve jornadas que el propio entrenador le colocó un plazo fijo a su tarea.

La mañana arrancó con un apoyo público del presidente del club, Jorge Amor Ameal, que ya lo había hecho en privado el domingo, luego de la caída ante Lanús. “Quiero que mañana (por hoy) esté practicando con nuestros jugadores”, señaló el máximo dirigente boquense, quien además se encargó de divulgar que varios referentes del plantel también le habían pedido que siga al frente del equipo.

Con ese panorama, luego fue el turno de Borghi, que por segunda vez en su breve ciclo en Boca puso en duda su continuidad. Durante una entrevista con TyC Sports, el técnico tuvo una frase que podría ser un título: “Sigo siendo el técnico de Boca”. Pero en el contexto en que la pronunció, dejó más dudas que certezas. A lo largo de casi todo el diálogo, el técnico no se mostró convencido y pareció más lejos de irse que de quedarse. “La decisión no está tomada, voy a escuchar todas las campanas”, remarcó Borghi, que desde ayer está buscando respuestas en los diferentes actores de esta historia. “He estado hablando con dirigentes, con mi familia y voy a hablar con otra gente. No es que no tenga la fuerza para seguir. Dije que tengo miedo de hacer mal porque la tozudez de uno les hace mal a otros”, indicó el técnico.

Si bien el apoyo que le brindaron los dirigentes, los jugadores y hasta los hinchas lo reconfortó, Borghi reconoció que todo eso no alcanza si los resultados no se consiguen. “No puedo atornillarme a un puesto”, aseguró el ex técnico de Argentinos, que se mostró particularmente preocupado en no querer defraudar a los que depositaron la confianza en sus virtudes como técnico. “Estoy en uno de los clubes más importantes del mundo y me gustaría irme sin tener quejas”, sostuvo Borghi, quien remarcó que teme “hacerle mal” a alguno de los que confiaron en él.

De acuerdo con su visión, los malos resultados distorsionan algunos aspectos positivos de la gestión. “Es una campaña muy mala. Se han cumplido algunas cosas, la mayoría de las cosas, pero faltan los resultados y tal vez que esté Borghi es un problema para alguna gente, cosa que no me lo hicieron saber”, sostuvo el técnico.

Tan confusa está la situación que el propio Borghi se contradice en su discurso. Por momentos se expresa como si ya se hubiera despedido del cargo, pero en otros muestra que está frente a la oportunidad de su vida y con ganas de revertir el mal presente. “Sigo siendo el técnico. Me he preparado mucho para estar donde estoy, para estar en Boca. Es una posibilidad grande a nivel vida estar en Boca”, sostuvo el todavía técnico boquense, que admitió que su familia quiere “que no desaproveche la oportunidad”. Lo cierto es que la continuidad de Borghi al frente de la gran chance de su trayectoria está complicada, más por sus propias dudas que por lo que le exige el entorno del club.