Huracán le ganó ayer a Independiente por 1-0 por la última fecha del torneo Apertura y de ese modo le puso fin a una racha negra de seis derrotas consecutivas. En cambio, el conjunto de Avellaneda, que llevó a Parque Patricios la Copa Sudamericana como una extensión de los festejos, sumó su tercera derrota en el torneo local en la gestión de Antonio Mohamed, que se completa con seis empates y una única victoria, el clásico ante Racing.

El delantero cordobés Guillermo Roffes, al minuto del complemento, marcó el único tanto del encuentro, gracias a un grosero error de Adrián Gabbarini y sus compañeros de defensa.

El equipo dirigido por Miguel Angel Brindisi había conseguido su última victoria en la décimo segunda fecha, cuando en Parque Patricios le ganó el clásico a San Lorenzo por 3-0. En un encuentro que nunca pudo escaparle a la mediocridad, Huracán fue un justo ganador, más por la voluntad exhibida por sus jugadores que por su juego.

Los volantes Gastón Machín y Rodrigo Battaglia fueron los principales exponentes de las ganas que mostró Huracán. Ambos no sólo defendieron, sino que también se mostraron como salida, algo que quedó reflejado en el gol, el cual llegó gracias a un centro que Machín envió desde la izquierda.

Enfrente, estuvo Independiente, un Independiente que fue indolente durante 85 minutos. Leandro Gracián estuvo desdibujado y no pesó en el armado; Andrés Silvera no preocupó a los defensores locales, y Patricio Rodríguez (ingresó en el inicio del segundo tiempo) marcó presencia en los últimos 10 minutos. Fue justamente Rodríguez quien guió a Independiente a estar a punto de conseguir el empate. Algo que habría sido injusto.