Para Emanuel Ginóbili, no hay día libre. Con otra labor completa, el bahiense comandó para su cuarto triunfo consecutivo a San Antonio, que se impuso como visitante 91-84 a Milwaukee para consolidarse como líder de la NBA. Por el contrario, Luis Scola tuvo una labor brillante, pero no pudo evitar que Houston volviera a perder, esta vez 118-112 ante Oklahoma.

Luego del triunfo ante Minnesota, los Spurs tenían un nuevo examen en noches consecutivas ante los Bucks, que no pudieron contar con Carlos Delfino, todavía en recuperación de la conmoción cerebral que sufrió hace más de un mes. Y para esta ocasión, Ginóbili terminó con otra labor muy sólida, con 23 puntos gracias a 6-10 dobles, 2-5 triples y 5-5 libres. Su planilla se completó con siete rebotes, cuatro asistencias y un robo en treinta minutos en el campo. Más allá de la importancia de la actuación de Ginóbili, la diferencia la marcó la labor de Matt Bonner, que se despachó con 17 puntos, todos en la segunda mitad, cuando San Antonio dio vuelta el marcador tras un mal primer tiempo. Con el triunfo, el equipo de Gregg Popovich estiró su marca a 33 triunfos y 6 derrotas para consolidarse como el mejor equipo de la liga en la primera mitad de la temporada.

Distinta es la actualidad de Scola. Si bien su presente personal es muy bueno y lo ratificó con una espectacular tarea ante Oklahoma, Houston no levanta y ganó uno de los últimos siete partidos. Scola completó el partido con 31 puntos (13-24 dobles y 5-8 libes) y 11 rebotes, aunque en el último cuarto no pudo anotar ningún tanto. Con esta caída, Houston quedó con una marca de 17 victorias y 22 derrotas, que lo dejan lejos de los puestos de play-offs.