El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, acusó a la Mesa de Enlace de “faltar a la verdad” por haber denunciado que Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior, modificó los términos de la liberación de las 3 millones de toneladas de trigo remanentes de la actual campaña. “El Gobierno se comprometió a abrir la totalidad del saldo exportable. Estos son siete millones de toneladas, de los cuales cuatro ya se habían abierto y se terminaron de autorizar los tres millones restantes”, resaltó Domínguez, quien agregó que “el cese de comercialización no favorece a los pequeños y medianos productores”. El nuevo lockout comenzará el próximo lunes y se extenderá por una semana.

Domínguez estuvo reunido ayer con los representantes de la molinería, quienes se comprometieron a adelantar la compra de 1,5 millón de toneladas. El Ministerio de Agricultura fiscalizará que se pague el precio pleno del cereal.

“La nueva medida de fuerza no beneficia al principal destinatario de las políticas del ministerio, que es el pequeño productor. Ahora le están diciendo que por una semana no venda, en momentos donde hay más necesidad de hacerlo para financiar su próxima cosecha, que comienza en marzo. Por eso la medida de fuerza de la Mesa de Enlace no tiene sentido”, retrucó el funcionario.

Durante la reunión de anteayer, los ruralistas de la Mesa de Enlace habían escuchado con buena predisposición la liberación de tres millones de toneladas del remanente de la actual campaña. Sin embargo, ellos dicen que al enterarse de que en el mismo momento en que estaban reunidos con Domínguez, los molineros estaban junto a Moreno, optaron por profundizar sus posturas. Ese fue el argumento esgrimido para justificar la medida de protesta por la Federación Agraria, conducida por Eduardo Buzzi, y Coninagro, cuyo titular es Carlos Garetto. Ambos estaban dispuestos a aceptar la propuesta del Gobierno. Según los ruralistas, Moreno habría dicho que en vez de liberar tres millones de toneladas, se autorizaría la mitad. “Eso no fue así. Yo estuve en la reunión con Moreno y la Mesa Nacional del Trigo y luego con la Mesa de Enlace y en ningún momento se dijeron cosas diferentes. De hecho, la Oncca ya anunció que están a disposición los permisos para los tres millones de toneladas”, explicó a Página/12 Oscar Solís, subsecretario de Agricultura.

La actual campaña del trigo está calculada en 14 millones de toneladas. El Estado estableció que para garantizar la seguridad alimentaria se necesitan 7 millones de toneladas para el mercado interno. Por lo tanto, quedarían otros 7 millones para la exportación. “Hasta diciembre se habían autorizado 4 millones, y ayer (por anteayer) los 3 millones restantes. A esto hay que sumarle lo que ya compró la molinería y lo que se comprometió a adquirir. En total, estamos hablando del 74 por ciento del total de la cosecha”, indicó Solís.

Sin embargo, la controversia es que, según la Mesa de Enlace, los pequeños productores no cobran el precio pleno del cereal (valor internacional sin retenciones) y que la actividad de comercialización está concentrada, donde sólo el 10 por ciento de los productores generan el 50 por ciento del trigo. El 90 por ciento restante (aproximadamente 27 mil productores) están en peores condiciones para negociar un precio pleno. Desde Agricultura insisten en que los productores deben denunciar a los exportadores y molinos que no pagan el llamado FAS Teórico. Si no pagan este precio, no podrían cobrar las compensaciones.

–¿Por qué no hay denuncias? –preguntó este diario.

–Creo que tiene que ver con la idiosincrasia de los productores. Los funcionarios pasamos de largo, pero los molinos se quedan. Entonces, creo que prefieren no meterse en problemas ni con ellos ni con los exportadores –respondió el subsecretario de Agricultura.

“Nosotros queremos que la molinería y la exportación compitan en la compra libremente (sin cupos ni autorizaciones), como se hizo toda la vida y con ello nunca faltó pan en la mesa de los argentinos”, manifestó ayer Hugo Luis Biolcati, titular de la Sociedad Rural. Las pretensiones de esta entidad, sumado a los deseos de CRA, es la apertura total del mercado a la exportación. “El cese de comercialización será simbólico, como una advertencia”, manifestó Garetto.

“No podemos convertir los reclamos de un sector en los del conjunto de la población. Estamos trabajando para el conjunto de los argentinos, por eso escuchamos los reclamos sectoriales y los atendemos. En todo esto hay que tener en cuenta que con una economía que aumenta su PBI al 9 por ciento, el sector agropecuario también crece”, indicó Amado Boudou, ministro de Economía, luego de participar en un acto en el Bajo Flores, junto a Diego Bossio, titular de la Anses. En esa misma línea se pronunció el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández (ver página 3).

Los dirigentes de la Mesa de Enlace ya comenzaron a preparar el acto que realizarán en la ciudad de Bahía Blanca. Será el próximo miércoles en el Predio Ferial de la Corporación del Comercio, Industria y Servicios de esa ciudad. Para intentar limar un poco la adhesión de los productores a este acto, el ministro Domínguez –quien debió quedarse en Argentina en vez de participar de la gira presidencial– iniciará una recorrida por distintas zonas de la provincias de Buenos Aires. Hoy estará en Tornquist y durante el fin de semana visitará distintas zonas cercanas a Bahía Blanca.