River sabía que un triunfo lo depositaba en lo más alto del Clausura. Y con ese objetivo en mente salió a afrontar el choque con Banfield más agresivo. Con intensidad, el conjunto que dirige Juan José López marcó su superioridad desde los pies de Erik Lamela y el peso ofensivo que significó la vuelta a la titularidad de Mariano Pavone. Eso le alcanzó para encadenar otro triunfo y subirse a la punta del certamen.

Del otro lado, Banfield se dedicó más a luchar que a jugar. Si acaso tenía la posibilidad de alcanzar el arco rival era más por errores del local que por méritos propios. Sin embargo, la solidez defensiva del visitante se evidenció a partir del corte constante de todas las aproximaciones que insinuó River. Los dirigidos por Méndez no encontraron los caminos para atacar, pero a medida que pasaron los minutos fueron atenuando los fundamentos del adversario. La confianza que mostró con el cero en su arco le brindó los argumentos como para buscar un poco más. Aun así, ninguno de los dos equipos –uno porque no entendió cómo y el otro porque no quiso– logró hilvanar una jugada que permita destrabar la igualdad en el marcador.

Hubo que esperar hasta los 35 minutos para que el partido se sacara la modorra de encima. Y la chance fue para el visitante mediante un error del local. Ferrari dejó corto un balón en la defensa y Jonathan Gómez ganó en velocidad para quedar solo frente a Carrizo. El arquero sacó a relucir su experiencia y evitó que Banfield se pusiera en ventaja. Esa opción despertó a un River preocupado: 60 segundos después, Almeyda, desde fuera del área, y Román de cabeza estuvieron cerca del gol, pero se quedaron con el grito en la garganta.

Banfield se soltó un poco más en el segundo tiempo, y en los primeros minutos tuvo dos oportunidades para desnivelar. En la primera, Carrizo tapó un cabezazo de Delfino, y luego Gómez remató cruzado y la pelota se fue cerca del palo.

River comenzó a sorprender con las subidas de Ferrari por la derecha, y por esa zona aparecieron las opciones de riesgo. Bologna le tapó un derechazo a Buonanotte, a dos metros, y después atrapó un tiro de media distancia de Acevedo. El arquero de Banfield fue levantando su nivel y enseguida respondió bien ante un tiro a Ferrari. Pero finalmente River concretó una de la chances, y Pavone se encargó de definir. El delantero le pegó de zurda luego de enganchar ante dos marcadores y después de que Almeyda iniciara la acción encarando por el centro.

Cuando Banfield quiso empatar apareció Carrizo, y River no estuvo preciso para estirar la diferencia. Mientras, el estadio deliraba de alegría.