Madrid será hoy escenario del tercer capítulo del duelo que libran este año los nuevos “co-dueños” del tenis mundial, el español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic. Para arribar a esta nueva final, el número uno del ranking sufrió ayer para imponerse al suizo Roger Federer 5-7, 6-1 y 6-3, con lo que sumó su 37ª victoria consecutiva sobre polvo de ladrillo, mientras que el segundo en el escalafón padeció como pocas veces en esta temporada para mantener su racha invicta al derrotar al brasileño Thomaz Bellucci por 4-6, 6-4 y 6-1.

Con ese triunfo, Djokovic cosechó su trigésima tercera victoria al hilo, en una serie que se inició en diciembre con sus dos triunfos en la final de la Copa Davis. Bellucci estuvo cerca de la hazaña, ya que dispuso de una ventaja de 6-4 y 3-1 antes de que su tenis y su fuerza anímica se derrumbaran ante un serbio que hasta entonces no encontraba salida. Nadal, por su parte, también se complicó pero sacó a relucir toda su categoría para vencer a un Federer que estuvo cerca de sorprender pero se quedó con las manos vacías.

Así, el torneo de la capital española siguió el nuevo orden natural del circuito: Nadal y Djokovic son los que dominan, y Federer mira ahora desde un escalón inferior. “Para los espectadores, para el certamen y para nosotros, cada vez que nos enfrentamos es un desafío. Nos enfrentamos muchas veces en los últimos tiempos y tuvimos muy buenos partidos, en especial en los Estados Unidos recientemente, y vuelve, claro, el recuerdo del partido que jugamos en Madrid en 2009”, señaló Djokovic, que superó a Nadal en las dos finales que disputaron esta temporada, en los Masters 1000 de Indian Wells y Miami. Por eso, el español cree que haber derrotado al serbio 16 de las 25 veces que lo enfrentó, así como las nueve veces que jugaron en polvo de ladrillo, no es una ventaja psicológica. “Llego a esta final con la ilusión de ganar y jugar un gran partido. Las últimas dos finales con él las perdí, eso le da el papel de favorito, y creo que las condiciones acá son más favorables a él”, analizó el número uno del mundo.