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El remero Ulf Lienhard, que fue despojado de las dos medallas que ganó en los Juegos al serle comprobado, el jueves, un doping por cocaína, volvió a proclamar ayer su inocencia, dijo ser víctima de un “sabotaje” y afirmó que irá hasta las últimas consecuencias para demostrar que no es culpable. “Siento una mezcla de bronca, dolor e impotencia. La verdad es que no lo puedo creer, nunca en mi vida tomé drogas. Jamás consumí nada: para mí, hubo sabotaje”, afirmó Lienhard. “Me pusieron algo, no sé si en la bebida, porque tomábamos litros y litros de agua cada día y las botellas estaban al alcance de todos”.
El resultado positivo corresponde a la prueba doble par peso ligero de remo, desarrollada el sábado 9 de agosto, en la que obtuvo el bronce; también se lo despojó de la medalla plateada que consiguió al día siguiente, en cuatro remos cortos. En los análisis realizados a la muestra del remero, en un laboratorio de Montreal, Canadá, se detectaron metabolitos de cocaína. “Iré a la contraprueba con un médico especializado para tratar de demostrar mi inocencia. Represento con orgullo al país, sé que las drogas no ayudan y por eso demostraré que estoy limpio”, aseguró Lienhard, quien presentará “un examen de orina y sangre para dejar en claro que no soy un adicto”.
La última versión del Código Mundial Antidoping, aprobada en marzo y adoptada por el Comité Olímpico Internacional y muchas federaciones internacionales, prevé una sanción máxima de dos años para una primera infracción. Pero la Federación Internacional de Remo mantiene un reglamento más duro que sólo contempla la sanción de por vida. “Es muy duro saber que nunca más vas a poder hacer el deporte que amás y al que siempre le pusiste tanta energía, pero seguiré luchando para poder continuar compitiendo” sentenció Lienhard.