Viernes, 4 de julio de 2014 | Hoy
DEPORTES › CON LOS DIABLOS ROJOS EN SU BUNKER EN SAN PABLO
El jugador del Chelsea es una de las figuras que Bélgica espera oponer, junto a De Bruyne, Origi y Courtois, a la clase de Messi y sus compañeros de la Selección Argentina. “No les tenemos miedo”, asegura el técnico Wilmots.
Por Facundo Martínez
Desde San Pablo
“Si Messi tiene un buen día sé que vamos a tener problemas, pero confío en mi grupo. Argentina tiene a Messi, pero nosotros tenemos a De Bruyne, Hazard y otros jugadores”, comentó el entrenador de Bélgica, Marc Wilmots, antes de la práctica que una parte del grupo de sus jugadores realizó a puertas abiertas en el bunker de la ciudad de Mogi das Cruzes, a unos 60 kilómetros de San Pablo. Lo hizo ante la presencia de más de 50 periodistas del país europeo y frente a un puñadito de periodistas argentinos, entre ellos Página/12, y otro grupo de brasileños.
La curiosidad mató al gato, pero no al cronista, que bien temprano se presentó en el Paradise Golf & Lake Resort con intenciones de ver cómo preparaban los belgas el partido frente a la Argentina. La mañana comenzó bien, ya que la práctica fue a puertas abiertas, algo que la Argentina no hizo jamás en Cidade do Galo, donde apenas se dejan ver 15 minutos de la entrada en calor. Pero ésa no es la única diferencia entre unos y otros.
La cercanía con los futbolistas era algo también sorprendente. Apenas una baranda sin alambrado a lo largo de la cancha del complejo separaba a los periodistas del grupo de jugadores que hicieron ejercicios y jugaron un rato al loco, mientras los arqueros –Thibaut Courtois se retiró con hielo en la rodilla izquierda– hacían sus trabajos específicos.
La mayoría de los titulares, que luego aparecieron en una conferencia de prensa inusual, en la que hablaron seis de ellos, eligieron la bicicleta y trabajos en el gimnasio del complejo, donde comparten las instalaciones. No se pudieron observar trabajos tácticos ni nada que se le parezca, pero sí se pudo apreciar el buen clima de convivencia y armonía que reina entre los Diablos Rojos.
Wilmots fue el primero en dar la nota, contestando de muy buen humor y aceptando todo tipo de preguntas de los acreditados. Al DT se lo vio tranquilo, muy cordial y seguro de sí mismo y de las chances que tiene su equipo de salir victorioso mañana en el cruce por los cuartos de final. “Messi es un jugador con mucha clase. ¿Es el mejor del mundo? ¿Se puede comparar con Ronaldo, con Neymar? ¿Y en qué sistema? Nosotros respetamos a todos, pero no les tenemos miedo. A Messi tendremos que atraparlo. Argentina tiene un gran jugador, del que depende mucho, pero nosotros tenemos un equipo fuerte. Nuestra calidad como equipo es precisamente eso, que somos un equipo fuerte”, comentó, y ante una repregunta, insistió: “Los argentinos tienen a Messi, que en segundos puede decidir un partido, pero nosotros tenemos a Kevin De Bruyne y a Eden Hazard también”.
Luego, el DT belga, que tiene cuatro mundiales como jugador y fue capitán de los Diablos Rojos en el Mundial de Corea-Japón 2002, el último que habían jugado antes de Brasil 2014, habló de las debilidades del equipo de Sabella. “El problema es que con jugadores como Messi y Di María y ese poder ofensivo les resulta difícil encontrar un buen equilibrio. De todas maneras, si me preguntan creo que el partido está ahora 50 y 50. Esta es para nosotros una nueva etapa y todo es posible.”
El entrenador de Bélgica, que por momentos bromeó con los periodistas –que se mostraban a gusto con el equipo y con las comodidades de la sala de prensa preparada para trabajar bien, no como ocurre en el bunker de la Argentina, donde si uno logra sentarse no encuentra dónde apoyar ni enchufar las computadores–, explicó que sus jugadores no festejaron tanto la victoria sobre Estados Unidos porque pusieron la cabeza inmediatamente en la Argentina. “No hubo euforia tras la victoria. Todas las mentes fueron entregadas a la Argentina. Tenemos que cambiar la mentalidad de Bélgica. No nos interesan los lugares de honor. Llegamos hasta los cuartos que era lo que queríamos, pero ahora sentimos que podemos ir por más.”
Bélgica tiene tres jugadores con problemas físicos: Mousa Dembele tiene un problema en el cuádriceps y está en duda para el partido, mientras que Jan Vertonghen, que tuvo algunos problemas con los aductores, y Toby Alderweireld, con una molestia en un muslo, no tendrían problemas para llegar en condiciones al partido ante la Argentina.
Durante la tarde de ayer, los belgas partieron para Brasilia, la sede que albergará el trascendental partido por un pasaje a las semifinales. No estarán solos. Esperan, como ocurrió con Suiza, el apoyo del público brasileño. “Si los hinchas belgas no son más de 2000 no importa, sabemos que estarán presentes y que también contamos con el apoyo de todo el país”, concluyó el DT, que ostenta en su historia el cargo de ex senador nacional por el Movimiento Reformador, de centroderecha, y que, según los periodistas belgas, aún no tiene decidido si pone a Romelu Lokaku, artífice de la victoria ante Estados Unidos, desde el arranque o si deja en el puesto a Divock Origi. Eso no se sabrá hasta el día del partido, porque en eso sí Wilmots se parece a Sabella: nunca ha confirmado el equipo antes del día del partido.
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