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Desde Brasilia

El contagio suele transformar el estado anímico de un grupo, cuando se cuenta con alguien que transmite carácter. El seleccionado argentino posee a un jugador que tiene esa cualidad en un sector clave de la cancha: el mediocampo. Javier Mascherano, el actual subcapitán, quien llevó la cinta en muchas ocasiones antes de que Lionel Messi tomara la posta, vuelve a ocupar un papel trascendental dentro del plantel, con su forma de ir en busca de los anhelos. La imagen que quedó grabada en San Pablo, cuando la Selección se preparaba para iniciar el tiempo suplementario ante Suiza, fue la del ex River hablando y arengando al resto de sus compañeros, inclusive ante la mirada del propio conductor Alejandro Sabella. Por ese motivo, Mascherano tiene autoridad para reflexionar junto a Página/12 sobre los cuatro primeros partidos de Argentina en el Mundial.

–¿Te deja tranquilo el rendimiento del equipo?

–Sí. Muchos esperan que seamos una maquinita, pero no se puede. El fútbol de selecciones es totalmente diferente al de los clubes, porque en los clubes uno tiene mucho más tiempo para asimilar los conceptos, ya que trabaja todos los días con los mismos compañeros.

–¿Qué Mundial estás viendo?

–Se está viendo un Mundial muy táctico. Hay muchos equipos que se paran bien, hacia ese lado va todo, a defender con mucha gente, a ocupar bien los espacios y a depender de las individualidades.

–Precisamente, ¿no creés que Argentina también es uno de esos equipos que depende bastante de sus individualidades?

–Hay muy buenos jugadores y lo tenemos que aprovechar. Pero igualmente, todos tenemos que acompañar para que esas individualidades puedan explotar de la mejor manera para el equipo.

–¿Modificarías algo de lo que se hizo ante Suiza para enfrentar a Bélgica?

–Generamos mucho ante Suiza. Pateamos 22 veces al arco. Entonces, para provocar eso me parece que tenés que hacer algo bien.

–¿Hubo una superioridad clara ante los suizos?

–El triunfo lo merecíamos antes de la prórroga, pero no se pudo concretar y hubo que llegar hasta ahí.

–¿Por qué cuesta tanto romper los planteos cerrados que presentan muchos equipos?

–Es fácil decirlo pero no tanto hacerlo. Ellos también tienen sus tácticas y a algunos les da resultado. Lo bueno es que nosotros tenemos jugadores capacitados para lograrlo, por eso uno está tranquilo.

Mascherano se encuentra preparado para una nueva batalla futbolística, en este caso en Brasilia. Y allí volverá a dejar sentado que su estilo puede incitar al resto para ir busca de la gloria. En su tercera participación en los mundiales, espera que esta vez la pueda atrapar.