Viernes, 4 de julio de 2014 | Hoy
DEPORTES › OPINION
Por César Luis Menotti
Estamos ante los cuartos de final con cuatro equipos europeos y cuatro latinoamericanos. Con un Brasil que tiene al peor equipo que vi en la historia de sus mundiales, una Costa Rica que sólo debe repetir lo que está haciendo hasta ahora porque colectivamente es el mejor de los cuatro latinos, una Argentina que tiene que sacarse de encima la locura y la desesperación de tener que ganar un partido y Colombia, que tiene a la gran revelación del Mundial, James Rodríguez.
Veamos lo que nos espera.
Brasil y Colombia llegan desde dos lugares totalmente diferentes. Un entrenador como Luiz Felipe Scolari que trabaja sobre las individualidades, en el sacrificio, en la recuperación, en el esfuerzo, pero que no maneja bien los espacios. Todos los partidos se les hicieron muy, muy complicados, estratégicamente no tiene resuelto nada. Todo lo hace y lo refuerza por su historia, por su técnica y la genética de sus jugadores. Y porque tiene arriba una enorme capacidad de desnivelar.
Colombia se plasma con un entrenador (José Pekerman) que tiene más ambiciones, estética en el juego, que quiere jugar bien y que ha aparecido con un futbolista como James que ha llamado terriblemente la atención por una enorme categoría y un crecimiento que lo hace un jugador de elite. Es la gran revelación del torneo hasta ahora, uno de los grandes protagonistas, no sólo por capacidad de gol, sino por su ordenamiento dentro del medio juego, con enorme técnica y gran despliegue físico. Con la edad que tiene fue una sorpresa para todo el mundo conocerlo de esta manera.
El partido será muy interesante con dos equipos estructurados de maneras diferentes. Con un equipo preocupado por no dejar jugar al otro, que es Brasil, uno de los Brasil más flojos de su historia en cuanto a su capacidad ofensiva. Hay una gran dependencia de Neymar. Y juega contra un equipo que tiene mejores jugadores ofensivos, que le permiten tener ambiciones. Habrá que ver si Colombia es capaz de imponer su estilo. Si juega como su entrenador quiere, entonces será un compromiso muy difícil para Brasil.
A Argentina se le está haciendo mucho más difícil de lo esperado. No encuentra la tranquilidad de poder desarrollar un juego que lo invite a jugar para ganar y no a la desesperación de querer ganar los partidos. Sale Messi y salen los otros a querer definir un partido con apresuramientos. Lo más importante que tiene que corregir es que tiene que jugar para ganar, no pensar en ganar el partido antes de iniciar el juego. En cada jugada que inicia hay una desesperación del equipo, avalado por sus grandes figuras, de querer definir sin elaboración ni desarrollo, sin trabajar en la zona de gestación, como se vio en el apretado triunfo sobre Suiza.
Bélgica es un rival totalmente diferente de Suiza. Cuenta quizá con mejores jugadores, excelentes, pero con mucha menos organización y menos compromiso en el desarrollo de ideas. No es tan compacto como Suiza, tiene buena dinámica, pero no me parece que tenga clara la idea de a qué juega. Entre los ocho que están en cuartos, si me tocara elegir contra quién jugar, elegiría a Bélgica, por ser el más accesible por el juego, estilo y la modalidad del fútbol argentino. Desde el fútbol, Argentina va a encontrar mayores espacios para poder desarrollar su juego. No va a ser tan complicado poder jugar mejor ante un adversario como Bélgica.
Alemania es el único equipo (de los ocho que quedan) que tiene convencimiento y claridad de ideas dentro de la cancha. Sus futbolistas y su entrenador están totalmente convencidos del camino. Lo que no encuentro son las grandes figuras que alguna vez tuvo para resolver los partidos, no está el gran delantero o el volante creador que pueda definirlo, extraña a los (Wolfgang) Overath, los (Gerd) Müller.
Le cuesta definir los partidos, pero es el mejor equipo que elabora y gesta jugadas del torneo. No sé si es el más potente, pero sí que junto al eliminado Chile es el equipo que mejor confirma la claridad de objetivo con una idea futbolística que para mí es única, como lo es la reducción de espacios, ya sea para adelante o para atrás.
Francia es otro de los poderosos del fútbol europeo, con figuras excelentes, pero no veo una idea de desarrollo de juego. No hay estrategia clara, juega por impulso, por creatividad individual, por improvisación, pero con jugadores que se hacen respetar. Va a ser un partido duro y difícil. Por lo hecho hasta ahora hay un favoritismo ganado por Alemania.
Es un partido muy, muy interesante. Son dos equipos que, más allá de los gustos personales del espectador o del analista, tienen claridad en cuanto a lo conceptual. Uno, Costa Rica, apuesta más a la técnica, a la tenencia de la pelota, achicando espacios para adelante.
Holanda se ha hecho un equipo muy compacto y sólido, que va aguantando los desafíos con tres jugadores como Snjeider, Van Persie y Robben, que tienen una enorme experiencia en este tipo de confrontaciones.
Para el mundo, Costa Rica habrá sido una sorpresa, pero para los que conocemos Centroamérica sabemos que hay países con muy buenos jugadores, y Costa Rica los tiene. Cuidado con los Ticos porque juegan muy bien al fútbol.
Holanda tiene una enorme ventaja: no les complican las responsabilidades en este tipo de confrontaciones, están acostumbrados. Lo de Costa Rica va a ser un enorme desafío, pero ya es un adelanto muy grande en su historia el estar entre los ochos mejores.
No espero mucho más de Holanda, es lo que hemos visto. Pero es un adversario de mucha historia y con jugadores terriblemente competitivos. Costa Rica debe repetir, nada más, porque es el que colectivamente mejor ha jugado de los cuatro latinos que quedan.
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