Brasil quiere jugar un amistoso con Alemania para tomarse “revancha” de la histórica goleada 7-1 en las semifinales del Mundial 2014, la peor de la centenaria historia del equipo pentacampeón. “Queremos este partido y que sea pronto, para sepultar lo que ocurrió en la Copa”, dijo Jose María Marín, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), en una entrevista publicada por O Estado de Sao Paulo. Marín se dispone a aceptar cualquier condición que presente Alemania para lograr esa oportunidad de rehabilitación: “Podremos ir a Alemania, si ellos quieren. No tenemos problemas. Lo que queremos es volcar la página”. La dirigencia brasileña evidentemente tomó nota, a partir de la oferta, de lo sucedido con Argentina, que llegó a la final del Mundial y que, aunque la perdió con Alemania, fue por apenas la mínima diferencia, para terminar quedándose con una presunta revancha en territorio germano con un categórico 4-2.

El dirigente argumentó que un amistoso contra el “verdugo” de Brasil en el Mineirao representaría una oportunidad para afianzar la nueva fase de la selección brasileña, nuevamente dirigida por el ex jugador Carlos Dunga, el seleccionador de la campaña de Sudáfrica 2010, en la que el equipo nacional quedó eliminado en cuartos. “Esto será importante para la era Dunga”, arguyó Marín, quien sin embargo admitió que la oportunidad de “revancha” no tendrá lugar antes de 2015, porque ya no hay fechas disponibles para programar nuevos amistosos este año.

Marín advirtió que las eliminatorias sudamericanas hacia el Mundial de Rusia, que se iniciarán en 2015, serán “extremadamente difíciles”, ya que “el nivel de todas las selecciones sudamericanas se elevó mucho y ello será un desafío”. Brasil volverá a jugar las Eliminatorias después de cuatro años de ausencia.