Ante un Centenario completo de hinchas uruguayos y después de dar vuelta el resultado, la Selección Argentina Sub-20 venció 2-1 a Uruguay, consiguió el título sudamericano después de doce años y, como yapa, se llevó el único boleto en juego para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Fue la segunda gran alegría para este grupo, ya que la mayoría del plantel obtuvo el Sudamericano Sub-17 en San Luis hace dos años. Para la selección local fue una enorme frustración, ya que con el tercer puesto final ni siquiera consiguió acceder al repechaje, objetivo que consiguió Colombia.

La goleada colombiana había dejado dos escenarios bien distintos: para Uruguay era ganar o quedarse sin siquiera la chance de repechaje, mientras que Argentina sabía que un empate lo depositaba en Río y una derrota lo llevaba al cruce con un equipo de la Concacaf. Tal vez esa diferencia se notó al momento de arrancar el partido, cuando Uruguay mostró una intensidad mayor al equipo de Grondona.

Y así se encontró con la ventaja en el marcador. Amaral desbordó a Casasola y envió un centro que Batalla no pudo cortar. Entonces Pereiro anticipó a Vega y anotó el 1-0 que cambiaba todo el panorama. Las urgencias pasaban muy rápido para el lado argentino.

De esa manera, el juego se hizo trabado, con mucho roce en la mitad de la cancha y, sobre todo, plagado de nervios de los dos lados. Argentina no encontraba fluidez, muy partido entre defensores y atacantes. Por eso, sus chances quedaban limitadas a lo que pudiese inventar Correa, la figura del conjunto albiceleste. Y como el ex jugador de San Lorenzo apareció con un excelente desborde por la izquierda, Argentina llegó al empate, luego de que Driussi tomara de aire un rebote que quedó en el punto del penal.

Con el empate, el partido ganó en emoción. Porque empujado por un Centenario colmado, Uruguay empezó a empujar a Argentina, que no se dejó arrinconar y siempre amenazó con la velocidad de sus atacantes. Así, los jugadores celestes jugaban en campo argentino, pero no inquietaban demasiado a Batalla, más allá de algunos centros. En cambio, el conjunto de Grondona se mostraba más peligroso y contó con ocasiones clarísimas en los pies de Simeone, Espinoza y Correa, aunque faltó precisión en la definición.

Hasta que el mejor jugador del campeonato, el capitán Angel Correa, recibió de Simeone, se metió en el área, se sacó un defensor de encima y definió con un puntazo cruzado para sellar la victoria, el título y la clasificación para los Juegos Olímpicos. Los pibes argentinos se recibieron de grandes, con una enorme prueba de personalidad.

Estadio: Centenario.

Arbitro: Ricardo Marques (Brasil).

Goles: 8 m Pereiro (U); 34 m Driussi (A); 80 m Correa (A).

Cambios: 45 m Amaral por Báez (U) y Moreira por Cardozo (A); 52 m Espinoza por Driussi (A); 70 m Guerra por Arrambarri (U); 87 m Ibáñez por Vega (A).