Racing consiguió su pase a semifinales en la Copa Argentina en un partido con un desarrollo emotivo. El primer tiempo mostró dos mitades bien marcadas. En los primeros veinte minutos dominó el equipo de Cocca. Sin jugar un gran fútbol, ganó la mitad de la cancha y le dio la pelota a Bou, por quien pasaron todas las acciones de ataque. Con su potencia habitual, el delantero prevaleció por donde buscó. Así llegó su primera oportunidad a los 10 minutos, cuando corrió de izquierda a derecha, giró y sacó el derechazo que Torrico envió al corner. La superioridad de Racing no se reflejó en la red, aunque estuvo cerca a los 19 minutos, cuando Noir conectó una habilitación de pelota que se fue cerca.

El trámite cambió a partir de un error de Lollo, que le dejó la pelota a Cauteruccio y éste perdió la oportunidad ante un buen cruce de Sánchez. El error de Lollo contagió inseguridad en todo Racing. Iban 24 minutos y Ortigoza empezó a armar el circuito de juego en el equipo de Bauza. Tuvo buenos aliados en Mussis, Rolle y Elizari. La velocidad de éste y su precisión complicaron definitivamente a la confundida defensa de Racing. San Lorenzo empezó a repetir las llegadas sobre Saja y a transformar en figura al arquero. A los 30 el uno tapó ante Cauteruccio y luego ante un cabezazo de Caruzzo. Pero su resistencia se quebró a los 41, cuando Cauteruccio bajó en el área un envío largo y alto de Ortigoza, giró en soledad y derrotó a Saja.

En la segunda etapa, el partido ganó en emotividad. Racing adelantó a Gastón Díaz y quedó con tres en el fondo. Su búsqueda se hizo bien vertical y casi encuentra premio en el primer minuto de juego: Bou recibió en el área, giró y obligó a una excelente tapada de Torrico. San Lorenzo resistió los embates amontonando gente en su campo. Cuando pudo intentó el contragolpe, pero Cauteruccio quedó demasiado lejos de esos volantes que tan bien lo buscaron en el primer tiempo. Tomó más riesgos Cocca al promediar el segundo tiempo, incluyendo a Pavone y a Camacho. Y consiguió lo que buscaba: desborde de Noir, rechazo defectuoso y zapatazo de Aued para batir a Torrico.

Racing fue por más, con la potencia de Bou y Pavone. Y con esos atributos consiguió la victoria: Pavone guapeó entre los centrales, Cetto lo bajó agarrándolo de la camiseta y Abal dio penal. Pateó Bou. Gol y a festejar.