Adrián Rousseau, ex jefe de la barra brava de River, fue condenado ayer a tres años y ocho meses de cárcel de cumplimiento efectivo por el enfrentamiento entre facciones del club que se dio en llamar la Batalla del Playón, en 2007. Como la pena por lesiones graves no está firme, Rousseau no irá a prisión, aunque el tribunal le impuso, además, la prohibición a perpetuidad para concurrir a presenciar partidos de fútbol en los que juegue River. Por la misma causa fueron absueltos Matías Goñi y Cristian Pineda, otros dos barras que comparecieron en el juicio.