Domingo, 13 de marzo de 2016 | Hoy
DEPORTES › FUTBOL LO QUE VA DE LA HISTóRICA CONTINUIDAD DE GRONDONA A LA ACTUALIDAD EFíMERA DE SEGURA
Sin liquidez, con centenares de juicios en contra y un presidente limitado en sus atribuciones, la asociación tiene más respuestas negativas que positivas para dar. El camino a la elección de junio continúa minado.
Por Gustavo Veiga
La frase sintetiza los tiempos que corren en AFA. “Pasamos del sí Julio al no Luis”, cuenta un hombre con historia en la casa, que ya no está más en ella. A Grondona le daban las respuestas afirmativas que ahora le niegan a Segura, el presidente decorativo. No hay un peso y el “sijulismo” es cosa del pasado. Daniel Angelici es el poder que avanza con la venia del gobierno nacional –porque él es el mismo gobierno– y hasta ahora no encontró quién lo frene. Para la elección de junio se perfilan distintos candidatos, pero ninguno cosecha unanimidades: Nicolás Russo, el presidente de Lanús, es del Frente Renovador; Víctor Blanco, de Racing, simpatiza con el kirchnerismo; Carlos “Chiqui” Tapia, de Barracas Central, es un hombre de Hugo Moyano; y Armando Pérez, de Belgrano de Córdoba, completa la grilla de presidenciables. Y puede haber más. El panorama político cambió mucho desde aquellos comicios frustrados en que Marcelo Tinelli parecía destinado a ocupar la poltrona que Julio Grondona había dejado vacía. Lo que también cambió, pero cada día está peor, es la situación económica de la asociación. La deuda de dos mil millones de pesos parece inmanejable y los juicios en contra (ver aparte) ya superan los 400.
Ni siquiera en el 2002, instalada la peor crisis económica del país en su historia, la AFA estuvo tan mal como ahora. Ese año había recibido ingresos dolarizados por el Mundial de Corea y Japón –pese a la temprana eliminación– pero su ejercicio al 25 de octubre cerraba con un déficit de 20.725.084,31 pesos. Héctor Domínguez, el tesorero de entonces –hoy corrido de su función de asesor presidencial– escribía en su informe al Comité Ejecutivo: “Se trata de un período inéditamente difícil para el país, para los clubes y para nuestra asociación”.
¿Qué le informaría hoy el tesorero actual, Matías Lammens, al colectivo de dirigentes que gobierna la AFA? Página/12 señaló en una nota del 7 de febrero pasado que “su crisis colosal incluye, según quién lo diga, un pasivo estimado de 3 mil millones de pesos o de 500 millones”. La cifra no era tan alta, a juzgar por los dos mil millones de pesos en que está endeudada, pero tampoco tan baja (de 500 millones), como sostuvo Tinelli en un almuerzo con Mirtha Legrand en noviembre de 2015.
El Diario Popular divulgó ayer el contenido de un informe confidencial que escribieron el secretario general Angelici y el tesorero Lammens, con datos actualizados sobre la situación de la AFA. El medio publicó que “la deuda total estimada de la casa madre del fútbol argentino asciende a ¡dos mil millones de pesos! De ese total la mitad es deuda que tienen los clubes con quien los organiza”. Asimismo, informó que ambos dirigentes “redactaron cuatro puntos básicos a cumplir en estos seis meses hasta junio: Equilibrio financiero; Revalorización de la marca AFA; Transparencia y equidad, y Federalismo”.
El punto tercero es el que generó más rispideces entre los clubes del Ascenso. Equivalió en los hechos a una quita del 30 por ciento de sus ingresos por derechos de TV para saldar sus deudas con la AFA y el Estado. Como paliativo a esta reducción, el viernes se acordó que los clubes de Primera División cederían de modo voluntario 200 mil pesos cada uno para ayudar a sus pares de las categorías más bajas. El tesorero Lammens –citado por Télam– dijo: “Esperemos avanzar sobre esta propuesta porque la situación para los clubes del ascenso está complicada. Es verdad que nadie está obligado a ceder dinero, pero se trata de ayudar al fútbol argentino en su conjunto”.
También es delicado el estado que presentan varias de las tesorerías de los seis clubes que más cobran por el Programa Fútbol para Todos. Cuentan con muchos más recursos, pero sus deudas son un lastre mayor. Se trata de Boca, River, Independiente, Racing, San Lorenzo y Vélez que, con matices, acumulan una deuda con la AFA de 357.641.587 pesos. El que tiene que saldar la cuenta más abultada es Moyano, el secretario general de la CGT y presidente del Rojo de Avellaneda: 100.688.694 pesos. Racing debe la suma más baja: 7.107.899 pesos a febrero pasado. Su situación dista mucho de los tiempos en que controlaba el club Blanquiceleste SA.
Hay un rubro donde la situación actual de los clubes no es semejante a lo que pasaba en 2002. Son muchos menos los que están concursados o en quiebra. Pero podría tornarse parecida si empiezan a prosperar juicios que, como a la AFA, los mantienen en jaque. De los viejos procesos concursales casi no hay noticias. Apenas movimientos aislados en el que está inmerso Newell’s o algunos otros clubes del interior. Esa dinámica se aceleraría otra vez si la crisis de hoy no es superada. Con un agravante: dos dirigentes que tienen aspiraciones de presidir la AFA, Pérez y Russo, definieron su presente con pesimismo: “Yo creo que si fuera una empresa estaríamos quebrados”, dijo el de Belgrano, y el de Lanús lo acompañó con un pedido: “Habría que concursarla”.
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