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La descomposición cultural del fútbol argentino –el juego bien jugado, que quede claro es solamente víctima de esa descomposición– parece no tener límites.

Ahora resulta que un ignoto petimetre puesto a dirigente, el vicepresidente de Cambaceres, Sebastián Martinetti, que se dice peronista y grondonista –probablemente ignore entre otras muchísimas cosas que Julio Grondona era un sedicente radical, pero esto no hace a la cuestión de fondo– afirmó hace unos días en las redes sociales y en algún medio que River, San Lorenzo, Boca y Racing quieren hacer desaparecer el fútbol, por lo que compara a estas instituciones con los genocidas Videla, Massera y Agosti.

Con intencionalidad manifiesta, este charlatán, que está claro pretende notoriedad y prensa, omite entre los clubes llamados “grandes” a Independiente. Es que Martinetti está alineado en la interna de la AFA con el presidente de Barracas Central Claudio “Chiqui” Tapia, pariente de Hugo Moyano que como se sabe es el presidente del quinto “grande”.

Plañideramente Martinetti concluye: “Si ofendí a alguien pido disculpas, pero es lo que siento”.

Quizá le faltó decir que River, San Lorenzo, Boca y Racing –por supuesto que Independiente, nada que ver– pretenden también secuestrar los goles.