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Si el deporte argentino pretende conquistar la medalla de oro que le es esquiva desde Helsinki 1952, más vale que deposite en el fútbol o el hockey femenino su máxima confianza, porque el básquetbol, subcampeón mundial, se conforma con la plata. “No vamos a volver de Atenas con las manos vacías –asegura la estrella del equipo, Emanuel Ginóbili–, pero vamos por la medalla de plata”, porque vencer al Dream Team de los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos parece una tarea imposible para el equipo que dirige Rubén Magnano.
“Eso sí: si jugamos la final, vamos a ir con todo lo que tengamos”, afirmó Ginóbili, el basquetbolista de los 52 millones de dólares. El gran candidato a la medalla de oro en Grecia es, obviamente, el equipo que dirige Larry Brown, quien condujo a los Detroit Pistons al título NBA el mes pasado. La Argentina le ganó a Estados Unidos en la semifinal del Mundial 2002, pero el año pasado en el Torneo de las Américas de Puerto Rico, clasificatorio para Atenas, Estados Unidos venció a la Argentina 106-73. “Aspiramos a vencer a todos los que se nos presenten”, dijo el escolta. “Estados Unidos y los otros equipos saben de lo que somos capaces. No vamos a volver con las manos vacías”, prometió Ginóbili.
Para el equipo argentino, que ya está en Belgrado, donde comienza la etapa final de preparación, es casi obligatorio conseguir una medalla, teniendo en cuenta los pergaminos recientes: el subcampeonato mundial, el subcampeonato panamericano logrado en Santo Domingo y el reciente sudamericano ganado en Brasil.
El entrenador Magnano se dará un lujo que muy pocos pueden ostentar, a excepción de los Estados Unidos, como es el de tener a tres de sus 12 elegidos jugando la próxima temporada en la poderosa NBA estadounidense. A Ginóbili se le sumarán el alero Andrés Nocioni (ahora en los Chicago Bulls) y el polifuncional Carlos Delfino (que pasó a los Detroit Pistons).
A ellos se les agrega la explosión del alero Walter Herrmann (Unicaja Málaga), figura en el sudamericano, y la experiencia del escolta Hugo Sconocchini, quien retorna al equipo luego de haber dicho que renunciaba tras el Mundial. El plantel lo completan los bases Juan Ignacio Sánchez (Unicaja Málaga) y Alejandro Montecchia (Pamesa Valencia); el ala pivot Leonardo Gutiérrez (Ben Hur) y los pivotes Rubén Wolkowyski (Olympiakos), Fabricio Oberto (Pamesa Valencia), Luis Scola (Tau Cerámica) y Gabriel Fernández (Lleida).
“Se puede decir que somos candidatos, pero eso hay que demostrarlo dentro de la cancha, y los rivales van a ser muy duros”, explicó Nocioni antes de viajar. Herrmann también reconoció que el conjunto albiceleste está en condiciones de pelear una medalla, “pero no será nada sencillo”.
En la serie de amistosos previos al viaje, Argentina no dejó una buena imagen, porque perdió con Venezuela, con Brasil y España, y sólo venció a los ibéricos, a los que deberá enfrentar en la ronda inicial del certamen olímpico. Pero Magnano está convencido de que con los partidos de práctica las cosas mejorarán: “Es mejor perder ahora que en Atenas”, reflexiona con filosofía.
La Argentina debuta en el Grupo A del torneo el domingo 15, ante Serbia y Montenegro, los campeones del mundo que también son candidatos a una medalla. El martes 17 juega contra España, el jueves 19 contra China, el sábado 21 contra Nueva Zelanda y cierra su participación en el grupo el lunes 23 ante Italia.