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El seminario fue organizado por un grupo de ONG agrupadas en la propuesta “¡Reforma política ya!”, que tiene como uno de sus reclamos centrales la eliminación de la lista sábana. Ayer, en el Sheraton, se respiraba un clima sereno, de un amable intercambio de ideas. Los expositores no se salían de los carriles previsibles, hasta que llegó Elisa Carrió y sacudió al auditorio con un puñado de frases precisas. “La primera provincia que eliminó la lista sábana fue La Rioja durante la gestión de Menem. El resultado fue que, aunque la oposición supera el 30 por ciento de los votos, tiene un solo diputado. Y el PJ tiene 29. La eliminación de las listas dificulta la representación de las minorías”, disparó la chaqueña.
La reforma política es uno de esos temas eternos de la democracia. Se viene discutiendo desde hace años, y comenzó a analizarse con más fuerza a partir de la llegada al gobierno de la Alianza, cuando se realizaron interminables rondas de diálogo que terminaron en nada. La crisis del 2002 le dio un nuevo impulso y motivó la convocatoria “¡Reforma política ya!”.
Entre otras cuestiones, el proyecto plantea la eliminación de la lista sábana. Aunque se sostiene que es necesario garantizar la representación de las minorías, lo cierto es que el criticado sistema actual respeta la proporcionalidad del voto y permite el acceso de los partidos minoritarios. Cualquier alternativa –desde los sistemas por circunscripción uninominal hasta los esquemas mixtos– implicaría sobrerrepresentar a las mayorías y limitar o clausurar el acceso de las fuerzas más pequeñas. Y traería otros problemas: por ejemplo, no permitiría establecer el cupo femenino.
Algo de esto dijo Carrió, que con una serie de argumentos contundentes descartó limpiamente la iniciativa. “A veces no hay que quedarse con una consigna sino tratar de mirar bien. La clase media tiene que estar atenta a este tipo de cosas. No es que casual que Duhalde y Atanasoff sean los autores del proyecto para eliminar la lista sábana en la provincia. Si se aprueba, el Parlamento provincial va estar lleno de punteros del PJ, y nadie más”, explicó la líder del ARI.
Carrió fue incluso más allá, y no sólo cuestionó con lucidez la eliminación de la lista sábana, sino que criticó una idea más profunda, sustento último de muchos de los planteos que se escucharon en el seminario. “Hay que tener cuidado cuando se quieren copiar leyes o instituciones. No se puede trasladar de un país a otro”, señaló.
Con la frase, la chaqueña se refirió al paradigma en el cual se inscriben muchas de estas iniciativas. Muy de moda en la economía y la ciencia política norteamericana, el neoinstitucionalismo sostiene que las normas y las instituciones son poderosas para moldear comportamientos. Simplificando apenas, se afirma que la Argentina no es Suiza porque carece de sus reglas e instituciones, en lugar de pensar lo contrario: que si la Argentina carece de las instituciones suizas es por una serie de motivos más profundos, políticos, económicos y culturales.
Carrió fue la encargada de cerrar el encuentro. Antes, desfilaron legisladores de casi todos los partidos políticos. El ministro del Interior, Aníbal Fernández, pegó el faltazo, pero sí estuvo López Murphy, que defendió un sistema que limite, pero no elimine, las listas sábana. Aníbal Ibarra, por su parte, explicó que es necesario buscar un esquema que “garantice la proporcionalidad y al mismo tiempo promueva la identificación de las individualidades en una lista”.
El seminario fue organizado por las ONG que firmaron la convocatoria “¡Reforma política ya!”, entre las cuales figuran organizaciones de filantropía conservadora, como Acción Católica y Conciencia, centros de estudios que buscan fortalecer la democracia por vía de la eficiencia, como el Cippec, y agrupaciones más recientes, como la ONG Hagamos Algo. También aparece como adherente el Colegio de Abogados de la Ciudad, cuyo presidente es Roberto Durrieu, el ex subsecretario de Justicia de Videla que reivindica “la lucha antisubversiva”, dice que los piqueteros son “organizaciones criminales” y se opone a la unión civil entre los gays.