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Mariano Puerta intentará seguir rompiendo los pronósticos del mundo del tenis. Enfrente, en la final de Roland Garros, lo tendrá al español Rafael Nadal, el favorito de casi todos para quedarse con el triunfo cuando se encuentren hoy a las 10 en el court central del tradicional complejo parisino (televisa ESPN). Si bien puede parecer que Puerta “está hecho” con haber llegado a la final que ni él mismo esperaba, el argentino se encargó de aclarar lo contrario: “Quiero más”. Ese “quiero más”, más allá de los 440.000 euros que difieren de ganar o perder, significa meterse por primera vez en su carrera entre los top-ten, ya que un triunfo lo dejará noveno y una derrota lo colocará undécimo.
Enfrente lo tendrá a Nadal, que tiene la confianza por las nubes y que es el superfavorito. El cuarto preclasificado, ganador de cinco torneos en polvo de ladrillo y con una racha de 23 partidos sin perder, llega a esta final con una campaña impecable en su debut absoluto en Roland Garros. Tanto Nadal como Puerta disputan su primera final en un Grand Slam y habrá que ver, en ese juego, a quién le pesa más. Con su magnífico drive y con su potencia, el argentino es capaz de crearle problemas al español, pero siempre jugando al límite. Pero si Nadal responde a su mejor nivel, con su contraataque perfecto, debería imponerse a Puerta, e inclusive vencerlo con facilidad, en sets corridos. Claro que nadie le puede quitar la ilusión al argentino.