Domingo, 7 de mayo de 2006 | Hoy
DEPORTES › GIMNASIA PERDIA 2-0 Y LE GANO 3-2 A NEWELL’S
En una remontada espectacular, Gimnasia le ganó 3-2 a Newell’s, luego de ir dos goles abajo en el marcador, y terminó dejando una mejor imagen que el conjunto rosarino, que increíblemente no supo administrar la ventaja que poseía y desaprovechó la chance de regalarle a su parcialidad un triunfo en su última presentación jugando como local en este Clausura.
En el primer tiempo, fue el conjunto visitante el que hizo un poco mejor las cosas y generó varias ocasiones para abrir el marcador. Vargas reventó el poste con un cabezazo y, minutos después, otro envío del goleador uruguayo se fue apenas desviado. La primera chance clara a favor de Newell’s fue un derechazo desde lejos de Colace mientras que en la segunda, Navarro Montoya le ahogó el grito a Scocco.
Cuando parecía que el gol de Gimnasia estaba al caer, Newell’s dio un zarpazo impensado. El equipo de Troglio marcó mal en ataque a la salida de un tiro libre favorable y lo pagó caro: el despeje de la defensa lo capturó Cejas, que finalizó un contragolpe electrizante con un zurdazo exquisito que se clavó cerca del ángulo derecho de Navarro Montoya.
Ya en el complemento, poco había pasado cuando Scocco corrió un pelotazo que parecía sin destino y, luego de ganarle la posición a Herner, acomodó el balón junto al palo izquierdo de Navarro Montoya. Gimnasia sintió el golpe, Troglio dispuso el ingreso de Ferreyra por Cardetti y el grandote cambió el ritmo del partido.
Con Ferreyra como punto de referencia en el área, Gimnasia comenzó a sacar provecho de las grietas que Newell’s exhibía a la hora de defender envíos aéreos. Avisó Herner, que estrelló otro cabezazo en el palo y después, en otro envío, el árbitro Beligoy sancionó penal por un supuesto agarrón de Ré. Con un disparo al medio del arco, Vargas convirtió el descuento y le puso suspenso al partido. A esa altura, Newell’s era una montaña de nervios. Villar rechazó mal otro centro y Escobar consiguió el empate con un derechazo, cuando ya se caía. Pero había más, a dos minutos del final, el grandote Ferreyra cabeceó debajo del arco, tras una serie de rebotes en el área, y desató el festejo enloquecido e impensado minutos antes de los visitantes.
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